Las cifras definitivas de los indicadores de turismo, sobre todo las respectivas al monto de divisas y número total de visitantes, se conocerán pronto. No se acercarán a las proyecciones optimistas de principio de año. Varios líderes empresariales, como Torruco y Azcárraga, entre otros, han comenzado a dar a los medios de comunicación su versión de lo sucedido. ¿Por qué no crecimos 15 por ciento como se dijo? ¿Por qué otros países del área, competidores directos, tuvieron mejor desempeño? Desde luego es pertinente plantear estas preguntas y cada uno de los actores del sector tiene derecho a emitir sus respuestas. Lo ideal sería que lo hicieran sin tratar de llevar agua a su molino personal, sino pensando en los correctivos necesarios para beneficiar a la industria.
El Acuerdo.- Lo más sano sería, desde mi punto de vista, que se llevarán estas preguntas al interior del Acuerdo Nacional de Turismo, para que fungiera como mecanismo de diálogo y concertación permanente. Las proyecciones son eso, cálculos optimistas, ubicarlas muy arriba puede ser un acicate, pero también pude generar la sensación de fracaso donde no lo hay. Los países del área no enfrentaron este año los problemas que sí encaró México, como el desafío del deterioro de la imagen internacional del país como consecuencia de la cobertura de los episodios de violencia y la insistencia, por momentos esquizofrénica, del gobierno federal de centrar su estrategia política electoral en el amago del crimen organizado sobre el país, lo que desde luego permea en los mercados emisores de turistas.
Lo anterior no significa que no existan, además de los desafíos coyunturales, problemas de fondo, como los que suele denunciar Miguel Torruco con su tesis de la caducidad del modelo. Lo mejor sería que el diálogo se encauzara, que no fuera motivo de dispersión, sino de unidad. Después de todo, la maestra Guevara, los gobernadores, los titulares de Turismo de los estados, los dirigentes empresariales y en general los trabajadores de la industria tienen el objetivo común de que el turismo se fortalezca
CONAGO.- El gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, fue nombrado por unanimidad presidente de la Comisión de Turismo de la Conferencia Nacional de Gobernadores. Como sabemos, en ese estado, bañado por el mar Caribe, están los destinos líderes del país. Baste decir que se capta allá casi el 40 por ciento de las divisas turísticas que entran al país y que este año, a pesar de los pesares, conservará su inercia positiva. No se ha dicho, sin embargo, en qué consiste su responsabilidad ni cuáles son los alcances del nombramiento. Puede, de entrada, ser un interlocutor eficiente con las autoridades federales, para llevar a la Sectur las inquietudes de sus pares, los gobernadores de las entidades federativas. El diálogo, ya lo dije, es fundamental, Borge y Guevara lo pueden establecer de manera permanente.
Festival.- El liderazgo de Quintana Roo se fundamenta en sus encantos naturales, claro está, pero su belleza natural sería insuficiente para atraer millones de visitantes cada año, hay que contar con infraestructura y servicios de nivel mundial y además generar continuamente nuevos productos acordes con la, digamos, personalidad del lugar. Lo digo porque el próximo martes Borge Angulo y Marina Stavenhagen, directora del IMCINE, estarán en el Alcázar del Castillo de Chapultepec para presentar el Riviera Maya Film Festival. La idea es tener un calendario de atracciones que ofrezca un mes sí, y el otro también, eventos a la altura de la reputación de la que ya goza el destino. En la Riviera Maya se siente la mano, a la vez sabia y eficaz, del ingeniero Darío Flota.