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López-Gatell en “modito” porro



Hugo López – Gatell, aplanador de curvas, símbolo sexual de la 4T, declamador de ocasión, comedor de guajolotas, contagiado con el virus de la soberbia, fallido operador de la epidemia del H1N1 también tiene, en su personalidad versátil, la faceta de porro universitario.
 
La puso en marcha ante los cuestionamientos del doctor José Narro de que sus cifras no cuadran. En lugar de concentrarse en la cuestión de los números, López-Gatell le lanzó al ex rector de la UNAM la jauría electrónica de Morena que es de las más bravas en las redes sociales. Se generó entonces un ruido que impide el debate y la confrontación de argumentos. Hoy estamos en terreno que le gusta más al gobierno federal: el pantano de las descalificaciones. La cuestión es disparar epítetos a discreción y darle vuelta a la página.
 
Hugo quiere pasar por científico, pero es un político más que les ha sacado jugo a sus quince minutos de fama, pero todos los días da señales de que ya está mareado ante tantas señoras que integran su club de fans. El doctor Narro anda en las grandes ligas de la política desde chamaco, de modo que no necesita defensa porque él sabe meter las manos, ya sabrá cómo responder. Lo que importa en este momento, porque es un asunto de vida o muerte para todos, es si se está gestionando bien la crisis y qué correctivos de pueden aplicar, pero eso se vuelve imposible si los voceros del gobierno se asumen infalibles y actúan como evangelistas y no como servidores públicos. 
 
López -Gatell es quien dijo que López Obrador no podía contagiar a nadie porque era una fuerza moral. Lo dijo sin sonrojarse con lo que mostró que tiene madera para estar en el gabinete. Hugo es quien ha minimizado la importancia de usar cubrebocas, el presidente López Obrador ni guardó la sana distancia ni usa cubrebocas porque López-Gatell no se lo recomienda, aunque sí se lo demanda a la población. No tiene lógica, o bueno sí tiene, una lógica política que con frecuencia atenta contra la población en general por defender los intereses de una sola persona.
 
Lo que se necesita es que en una de estas noches en lugar de leer poemas que está bien pero no viene al caso, Hugo y Narro debatan en público, frente a cámaras y micrófonos, sobre el manejo de las cifras de la epidemia. Eso sería lo natural en una sociedad democrática pero lo cierto es que las conferencias son herramientas de propaganda no espacios para el debate. Ni modo.
 
 La ofensiva en contra del doctor Narro es inclemente porque manda un mensaje a quien se atreva a cuestionar en públicos el modito de López Gatell o de alguna otra figura de la 4T ya sabe que le espera la lapidación digital y si eso no es suficiente pues siempre queda el recurso de la UIF de Hacienda que para eso está, para intimidar a los adversarios del régimen. Según esta línea de pensamiento, no sería raro que en un par de días se anunciara una investigación contra José Narro por supuestos actos de corrupción en el sexenio pasado. Ese es su modus operandi.
 
 
 
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Twitter: @soycamachojuan

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