¿A qué dirigente de Morena se le ocurrió movilizar simpatizantes de AMLO para confrontar a los integrantes de la caminata por la paz? La jauría electrónica de Morena no tuvo descanso dominical y también se lanzó en las redes contra la gente que caminó desde Cuernavaca, en especial Sicilia y LeBarón.
¿A quién se le ocurrió? ¿De verdad era necesario? Fue un error patético. Debe ser desautorizado por el propio presidente de la República en la mañanera de este lunes, porque si no lo hace y queda claro que fue su idea, entonces estará dándole la espalda a un amplio sector de la población que votó por él en julio del 2018 y que no votará por su partido en el 2021. Que el poeta Sicilia y Andrés Manuel se caigan mal, o si el señor LeBarón tiene una agenda política ajena a la 4T es absolutamente secundario. Ambos son víctimas de la violencia.
El hijo del poeta fue ejecutado por una banda criminal en Cuernavaca y LeBarón perdió en una emboscada 9 familiares, 3 mujeres y 6 niños, incluso bebés. en un camino de Bavispe en la frontera entre Sonora y Chihuahua. No están protestando porque se les ocurrió, porque están desocupados o porque quieren alcanzar posiciones de poder arrebatándoselas a Morena. Son un puñado de personas que muestran su dolor. El problema de violencia no es un tema de percepciones mediáticas. Es real.
El año pasado, el primero del gobierno de AMLO. cerró con 35 mil asesinatos que es una cifra escalofriante y no hay señales de que en el corto plazo las cosas mejoren. Son víctimas de un problema real, tratarlos como rivales políticos a los que se debe acorralar, intimidar, inhibir, es francamente un disparate. No hay una ganancia política ni a corto ni a mediano plazo. Al contrario, el gobierno aparece culpable de la rudeza innecesaria contra un grupo vulnerable. Qué pena.
Alfonso Ramírez Cuéllar
Morena bordea el precipicio. Puede ser, como auguraron algunos de sus rivales, un ave de paso. Su triunfo histórico en la pasada elección presidencial puede ser, sin exagerar, el único gran triunfo que obtenga. No son pocos los morenistas de alto nivel, gente con un largo kilometraje recorrido en las grandes ligas de la política, que establecen que en la elección del 2021 puede perder la mayoría en el Congreso, y conducir a una derrota en la elección del 2024. No es exagerado decir que están derrochando el capital político que les transfirió la popularidad inmensa de López Obrador. El presidente es el único capital político del movimiento que no ha podido convertirse en partido.
La pelea por la dirigencia nacional del partido lo muestra. Hay un caos brutal. Este lunes amanece con dos dirigentes nacionales y nadie puede asegurar que llegará competitivo a la elección del año que entra. Bertha Luján y Yeidckol están trenzadas en un pleito que ya es personal y que no augura nada bueno. Todos los vaticinios son sombríos.
A la mitad de este pleito de mujeres hay un señor, Alfonso Ramírez Cuellar que es un hombre experimentado y talentoso, pero todavía está por verse si tiene ascendencia sobre sus compañeros. Su aparición confunde a los analistas y muestra que en Morena la rudeza innecesaria es uno de sus principios básicos.
Twitter: @soycamachojuan