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¿Y qué dicen los “moralmente derrotados”?



De lo poco que dejó el Primer Informe de Gobierno al Congreso de la Unión y Tercer Informe para el pueblo, destaca una frase de AMLO que apareció en los titulares de las primeas planas: “la oposición está moralmente derrotada”. Lo dijo parafraseando una de las frases de Juárez, que ya no está entre nosotros para exigir derechos de autor.

Muchos analistas lo interpretaron como un obituario para partidos como PAN, PRI o PRD que fueron en años recientes adversarios imbatibles para López Obrador. En el 2006 lo derrotó el PAN, en el 2012 el PRI y el PRD, partido del que fue fundador y dos veces candidato presidencial, quedó en manos de sus adversarios. Pero eso es otra historia, para el 2018, después de años de trabajar en condiciones difíciles, los astros se alinearon y el tabasqueño obtuvo un triunfo aplastante que dejó a esos tres partidos tirados en la cuneta, aturdidos, confundidos, vacilantes, pero creo que decir que están moralmente derrotados es más un buen deseo de la 4T que una realidad.

No es el momento de adelantar resurrecciones, pero el PRI pasó dos sexenios en la fría banca de la oposición antes de regresar a la competencia y ganar con holgura la elección del 2012. El PAN pasó décadas enfrentando al ogro filantrópico antes de poder despachar en Los Pinos y del PRD puede decirse que parte de su virus maligno está ya en Morena y puede crecer,  expandirse y fracturarlo en poco tiempo. Lo de la derrota moral  puede ocurrirle a Morena. El propio presidente López Obrador dijo que si el partido se echa a perder renuncia y le pide que cambie de nombre. Lo dijo porque puede suceder.

El gobierno lleva 9 meses de modo que es relativamente pronto para dar por derrotados a los rivales entre otras razones porque el electorado mexicano ha evolucionado y no se tienta el corazón para castigar y premiar con su voto a los gobernantes en turno. No adelanto que ocurra, pero en las elecciones del 2021 las cosas pueden ser muy diferentes.

Morena  está construyendo con los programas sociales, a base de depósitos en efectivo todos los meses, una clientela electoral fiel, pero ese núcleo supone 15 millones de votos, los otros 15 millones para completar los 30 millones que obtuvo en el 2018 ya no están seguros, andan por ahí revoloteando pues las condiciones del país no mejoran ni en economía ni en seguridad, que son dos ejes fundamentales que pueden conducir a que la gente redireccione su voto.

La oposición perdió  en el  2018,  está achicada y abrumada ante el nuevo poder hegemónico que es mucho más grande que lo que cualquier cálculo había previsto. Menospreciar a la oposición sólo beneficia a la oposición y que Morena se regodeé en el poder que tiene como está ocurriendo en San Lázaro, pasándose los acuerdos previos por el arco del triunfo, también favorece a la oposición que poco a poco puede levantarse  y recordar que existe para  pelear por el poder.

No digo que sea pronto ni que será fácil, pero en México hay un juego democrático y la gente cambia de preferencias electorales. Millones de ciudadanos que no son de izquierda votaron por AMLO porque estaban hartos de la corrupción y la violencia. Pueden retírale el voto a Morena por la ineficacia y la violencia. Si la oposición logra captar el desencanto de la población por la 4T, puede regresar rápido a la competencia. Lo veremos.

 

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Twitter: @soycamachojuan

 

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