Cuando se hagan las evaluaciones del desempeño de la Sectur durante la 4T es indispensable apuntar con qué recursos contó. Ante las adversidades se decía en la dependencia que había que hacer más con menos, ahora será hacer más con casi nada. La caída del presupuesto ha sido una constante, que en los últimos años se aunó al hecho de no contar con los recursos que antes se dedicaban a la promoción turística.
Un dato que aporta una dosis de dramatismo es que este año la Sectur apareció como la dependencia que recibió el aumento más notable en su presupuesto, pero en realidad ese dinero es para una obra de infraestructura, el Tren Maya, cuya operación todavía está en el aire. En este sentido, más que un realizador el secretario es un orquestador, un facilitador y claro una autoridad para poner normas, pero su margen de operación frente a los empresarios y trabajadores del sector se ha reducido.
La promoción ha entrado en una etapa de pulverización. Los destinos con recursos se cubren y los que no tienen recursos hacen lo que pueden, las distancias se harán cada vez más grandes y los destinos con recursos adquirirán una autonomía en la que la autoridad federal tal vez solo sea un convidado de piedra. Los destinos negocian rutas aéreas, campañas, acuerdos con tour operadores y casi no tienen en su radar a la Sectur. En fin, lo importante por ahora es sobrevivir hasta el fin de año . El turismo resulta ser uno de los sectores económicos más afectados, ya que los esfuerzos de contención de la epidemia significan la total suspensión, a partir del mes de marzo, de los viajes y las actividades turísticas, el cierre temporal de hoteles y restaurantes y de prácticamente todos los servicios, sin conocerse hasta el momento el tiempo que llevará hasta su total reapertura.
El Tianguis Turístico virtual está por comenzar y será ocasión de realizar y compartir reflexiones sobre lo que puede hacerse ahora para resistir y como enfrentar la competencia una vez que la vacuna comience a aplicarse de manera masiva en el primer trimestre del 2021 y entonces sí los viajes se reanuden, porque en este clima de incertidumbre una cosas es segura, la gente volverá a viajar y tal vez lo haga con más frecuencia que antes de la pandemia. La temporada de verano del año que entra será el banderazo de salida.
