El proyecto del Tren Maya, uno de los más relevantes para el gobierno que arranca el primero de diciembre, metió a la comunidad empresarial turística del país en una Montaña Rusa. Por momentos sus integrantes estaban hasta arriba, imaginando las oportunidades que se abrirían con un tren de última generación que recorriera los estados de la República con sitios arqueológicos mayas, para llevar turistas mexicanos y extranjeros desde Campeche hasta Tulum. Un momento después, por una caída vertiginosa, estaban hasta abajo al saber que el dinero que ahora se usa para la promoción turística del país se dedicaría a financiar el proyecto del tren.
Ante el dilema de promoción o tren, la mayor parte de los empresarios optan por la promoción, pues asumen que es clave para mantener la competitividad del país. De hecho, por años, los empresarios han pedido a diversos gobiernos federales que se incremente el presupuesto dedicado a la promoción, pues en el mercado turístico la competencia es descarnada. Sin promoción nos quedaríamos en la cuneta, viendo pasar a los países ganadores.
Por eso resultó particularmente alentadora la declaración de Miguel Torruco de que no estamos ante un dilema, sino que puede haber Tren Maya y también promoción. El propuesto titular de la Sectur pidió mantener la calma. Anunció que saldrá dinero de los ahorros que realice el sector por la eliminación de plazas y duplicidad de funciones. Los turisteros estarán atentos. Se dice que además de los ahorros la otra opción es aumentar el impuesto denominado Derecho de No Residente y que lo recaudado se reparta entre el tren y la promoción de manera que haya dos ganadores y ningún perdedor. Ya lo veremos.
El turismo religioso es una bendición
Ha sido desde siempre una fuente inagotable de recursos, pues, aunque se diga poco, uno de los resortes que mueve a la gente para viajar es hacer un peregrinaje. En México lo sabemos muy bien con el ejemplo de la Basílica de Guadalupe, que recibe al año millones de visitantes que vienen del interior de la República e incluso del extranjero. Templos importantes, sobre todo del rito católico, en Jalisco o en Guanajuato, también reciben enormes peregrinaciones. No sólo pasa en México, claro que no, ocurre mucho en Europa y África, donde millones de personas se desplazan por motivos religiosos y eso genera una derrrama de dinero muy importante. Más nos vale tomarlo en serio.
La Secretaría de Turismo lanzó la campaña de turismo religioso Senderos de luz, santuarios de fe, que incluirá diez rutas turísticas y en una primera etapa iniciará en Guanajuato, Jalisco y la Ciudad de México. El secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, presentó este lunes la campaña que ayudará a promover el segmento religioso. “Nos propusimos desde hace más de dos años impulsar este tipo de turismo donde México cuenta con alto potencial de desarrollo. En este momento creemos que ayudará a tomar fortaleza para el futuro”, comentó el secretario, según una nota periodística.
Durante la presentación, el funcionario señaló que la campaña será nacional e internacional y que se buscó crear un producto turístico que alcance un estado de bienestar personal luego de los recorridos. Por supuesto se requiere mucho más presupuesto y poner en valor varios destinos religiosos por ahora dejados de la mano de Dios, pero es un segmento que puede crecer rápido y de manera intensiva.
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