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Morena. Un mes de sobresaltos y esperanza



El gobierno de Morena cumplió un mes. El saldo es dispar. Persiste entre amplios sectores de la población la esperanza de un cambio para bien de todos. En otro sector de la población, que a mi parecer tiende a crecer, la pregunta más reiterada es: ¿Tienen idea de lo que están haciendo? Ellos mismos responden que no. Han pasado un mes dando palos de ciego.

En algunas ocasiones han acertado y en otras, las más, abanican el aire. El porcentaje de bateo del que tanto le gusta alardear a López Obrador este mes ha caído. No puede presumirle a nadie de su poder para macanear. Lo hizo varias veces con un pitcher que le puso pelotas a modo allá en los campos de Tetepilco, pero ante lanzadores serios está en aprietos.

Se dirá con razón que son apenas cuatro semanas, que hay un periodo de aprendizaje y que, a ellos, hablo de los de Morena, les está costando mucho más trabajo del esperado encontrarle la cuadratura al círculo, pero que indudablemente se la encontrarán. A quien más le ha costado trabajo encontrar un lugar es al Presidente mismo. Tantos años en la oposición, en la resistencia, lo convirtieron en un peleador callejero que se alimenta de conflictos, cuando piensa que no hay suficientes, inventa nuevos para continuar disparando a discreción.

Hay días en los que escucha alguna voz interior que le dice que se está manchando con sus gobernados y entonces, por unas horas, le da por dar unos largos e insufribles sermones sobre la paz y el amor. AMLO sigue asumiéndose, a un mes de su toma de posesión, más como líder indiscutido del Movimiento de Regeneración Nacional que como Jefe del Estado mexicano. Cuando hay un viento contrario, salta. Dice que los culpables son los enemigos de su movimiento, conservadores, pirrurris, fifís, neofascistas, mezquinos, canallas, que por cierto también son mexicanos y también debe gobernar para ellos, pero no. AMLO, como Echeverría en su momento, tiene sus emisarios del pasado que lo sacan de cualquier apuro cuando se trata de encontrar responsables. 

A pesar de eso, de que le ha costado trabajo encontrar un lugar de acuerdo a sus nuevas responsabilidades, AMLO ha cumplido promesas de campaña para beneplácito de mucha gente, como bajarse el sueldo, abrir Los Pinos, viajar en avión comercial y seguir adelante con su oferta de darle dinero directo, en efectivo, a millones de mexicanos, con lo que está en vías de construir una clientela que lo librará de cualquier desafío electoral. La gente que recibe cada mes sus pagos del gobierno votará sin dudarlo por los candidatos que el gobierno proponga.

De los resbalones se habla mucho todos los días en las páginas de los diarios y en las redes sociales. Hay un asunto que me parece central y del que se habla poco: la ofensiva de la Cuarta Transformación en contra de la burocracia. En este primer mes de la administración los servidores públicos han sido los malos de la historia. Hay despedidos a diestra y siniestra y miles de familias, muchas de las cuales votaron por López Obrador, están ahora en el desempleo por órdenes del tabasqueño. ¿Por qué Morena se ensaña con los burócratas? Pues para redirigir el presupuesto. Los saca de la nómina para darle el dinero de sus sueldos a su clientela precarista. A lo largo de las fiestas de fin de año me tocó escuchar muchas historias de terror de burócratas al borde del barranco del desempleo.  Qué pena.

 


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@soycamachojuan

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