El Presidente es un buscapleitos de ligas mayores. Ha perdido su poder bateador. Ya no macanea como en sus años mozos, pero su capacidad para generar enconos y crear problemas donde no los había, lejos de declinar, crece con los años. No sólo busca pleitos en los estadios de beisbol y en sus conferencias mañaneras, con los fifís. Ya también anda buscando camorra del otro lado del Atlántico, con la monarquía española. Lo imagino en las madrugadas, en los baños de Palacio Nacional haciendo rounds de sombra frente al espejo, tratando de noquear al viejito de los gallos que le frunce el ceño.
¿A qué obedeció el pleito con la Corona española? Algunos dicen que se trata de una cortina de humo. Un distractor para que la gente olvide el abucheo en el estadio Harp, las proyecciones a la baja del crecimiento económico y las previsiones al alza en materia de inseguridad. Ojalá fuera una jugada maquiavélica, digna de un cerebro equipado para la planeación estratégica, pero creo que fue sólo otra ocurrencia.
No dudo de que el mandatario, aficionado a la historia, esté indignado por la situación de los pueblos originarios, cuyo declive arrancó con la irrupción española. Hay cantidad de cosas que se pueden llevar a cabo hoy día para hacerles justica, como la protección de los territorios donde habitan y el respeto a sus recursos naturales. Ni la carta ni una eventual disculpa del Rey de España aliviaría su situación actual, hablo de los indígenas de hoy, no de los de hace 500 años.
Lo único claro es que se generó con España un problema que ayer no teníamos. Lo que necesitamos de los españoles son inversiones. Mientras más, mejor. Que inviertan en infraestructura, en energía, en turismo. Las inversiones generan empleos y los empleos, bienestar. No hay de otra. Todo lo demás es grilla, incluso internacional. Hace poco López Obrador hizo un bonito paseo a Cantabria para buscar sus orígenes, de hecho los encontró. Es oriundo de Macuspana, provincia de Cantabria. Otro presidente López, aquel López Portillo, hizo un viaje similar para buscar los pasos de otros López. ¿Mera coincidencia?
Entre las reacciones a la carta de AMLO hubo de todo. Unos memes de antología y otros mensajes pedestres. Destacó el mensaje, insultos incluidos, del escritor Pérez-Reverte. Se pasó de lanza. Recibió de la porra mexicana hartos saludos para su mamá. Ojalá le hayan llegado.
El caso Colosio
López Obrador y Alfonso Durazo agitaron las aguas del caso Colosio con la intención de sacarle raja política acalambrando a los emisarios del pasado. Se planteó la posibilidad de reabrir el caso. El Presidente pidió la opinión de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez, quien volvió a mostrar autonomía y sentido común. Dijo que la investigación que realizó en su momento Luis Raúl González Pérez, último fiscal del caso y hoy ombudsman, es correcta, en particular sobre el tirador solitario y se basa en estudios periciales del más alto nivel, de modo que para ella la investigación se debe quedar como está, hasta que no haya elementos nuevos. De cualquier forma, fue un aviso, una advertencia de lo que sucederá cuando se cumpla el 25 aniversario del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu. En ese caso sí hay muchos cabos sueltos, comenzando por la ubicación del exdiputado Muñoz Rocha, verdadero eslabón perdido. Nadie sabe si Muñoz está vivo o muerto. Hay gente que asegura haberlo visto caminando por calles de algunas ciudades texanas. Apuesto doble contra sencillo de que ese caso, el de Ruiz Massieu, sí traerá sorpresas.
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