Por demasiado tiempo, por un cálculo político, gobiernos mexicanos han eludido entrarle de frente al tema de los consumidores de droga en el país. Hablan de los grandes cárteles, de los capos famosos, las bandas medianas, los narcomenudistas, los lavadores, los traficantes de armas, pero no les hablan de frente a los consumidores que conforman el mercado, la demanda, son los que ponen el dinero en las manos de los narcos a cambio de alguna dosis. En el mejor de los casos los tratan como adictos sin capacidad de decisiones, cuando casi todos los que consumen no se consideran adictos, sino gente buscando pasársela bien.
Los consumidores son el motor del negocio que tiene a México en el fondo del barranco. Los consumidores no son personas desconocidas que actúan en la sombra, nada de eso, son nuestros familiares, hijos, sobrinos, son nuestros compañeros de escuela, de trabajo, son los vecinos. Somos nosotros mismos. Hace poco apunté que la vertiginosa expansión del narcomenudeo en la ciudad se debe a que el mercado de consumidores sigue creciendo. Los consumidores ponen su dinero sobre la mesa y no relacionan sus ratos de esparcimiento con el clima de inseguridad en la metrópoli, o si lo vinculan les tiene sin cuidado. El resultado está a la vista: la ciudad se ha convertido en un sitio peligroso.
En síntesis, para que una estrategia de seguridad tenga alguna oportunidad de funcionar es necesario poner a los consumidores en el centro del debate, el gobierno de López Obrador, la llamada Cuarta Transformación, lo acaba de hacer. Veamos las razones expuestas ayer en la mañana.
La idea de esta estrategia nacional es cambiar completamente la narrativa, la idea y, sobre todo, el prejuicio que existe socialmente, construido a partir de la guerra contra el narcotráfico, como lo ha explicado ahora el licenciado Alejandro Encinas, pues ha sembrado de cadáveres nuestro país. Y la idea ahora es atender las causas de la violencia y, en particular, el tema de las adicciones viene a ser fundamental.
En materia de adicciones se está estableciendo una estrategia que plantea la participación de todas estas secretarías y de estos organismos, a partir de tres pilares que tenemos:
Uno es educación y habilidades para la vida, ese es un tema central; sin información, sin educación, sin el conocimiento del cuerpo, sin saber qué provocan las sustancias en el cuerpo de uno, en su cabeza, en la mentalidad, no tenemos certeza de cómo combatirlas.
El segundo pilar. La prevención, promoción y rehabilitación de la salud mental. Es algo también muy importante, porque el consumo de tabaco, el consumo de alcohol, que son las principales drogas que son legales, pero que son las que tienen consecuencias en la salud de las personas y también impactan el sistema de salud público, son la puerta de entrada a otro tipo de sustancias que generan también problemas o su consumo puede generar problemas de salud, problemas familiares y problemas a la vida misma de las personas.
Y el tercer pilar es el de la comunicación y la información. Y se trata de una gran campaña que va a iniciar en los próximos días, que cuenta con la participación de especialistas, de gente que conoce, tiene muchos años trabajando en la materia; contamos con la colaboración de cineastas, con creativos, artistas, hay un grupo de beisbolistas profesionales, algunos de las grandes ligas, que van a participar en esta campaña de difusión para los niños, para los jóvenes.
Los adictos no son el fondo del problema, los consumidores lúdicos sí lo son.
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