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AMLO, ¿incongruente o realista?



López Obrador pasó de ofrecer el regreso casi inmediato de soldados y marinos a sus cuarteles a proponer que se queden de manera indefinida en las calles luchando contra la delincuencia, no sólo la organizada, sino la común. Es una pirueta monumental. Sus seguidores tienen cada vez más dificultades para decir que todo lo que hace su líder está bien.

El Presidente Electo se tomó su tiempo, pero finalmente presentó su plan de paz y seguridad para el próximo sexenio. Contra la expectativa que él mismo había alimentado a lo largo de varias campañas políticas, no hubo anuncio del regreso de soldados y marinos a sus cuarteles. De hecho, ocurrió justamente lo contrario: El Ejército, a través de la Guardia Nacional, se hará cargo de la seguridad pública, lo cual es una cubeta de agua helada para muchos seguidores de AMLO que no saben bien a bien cómo justificar el nuevo cambio de señales de su gurú.

Durante varios años, los mandos castrenses sostuvieron que estaban realizando una tarea de contención, ésa era la palabra que usaban, contención. Detener la expansión de las bandas del crimen organizado hasta que estados y municipios crearan cuerpos policiacos eficientes y confiables. Salvo contadas excepciones, no lo hicieron y el tiempo transcurrió. La lucha contra el crimen usando a las Fuerzas Armadas cumple 12 años.

Estos últimos 12 años, la oposición ha estado encabezada por López Obrador, para quien fue relativamente fácil tirarle toda clase de obuses a las Fuerzas Armadas, acusarlas de todo y ofrecer de manera reiterada que una vez en el poder, con amor y paz, los criminales depondrían su agresiva actitud de modo que los militares tendrían que irse de regreso a casa. Algunos le creyeron.

Es cierto que de la fantasía de las campañas a la realidad de la vida diaria hay una distancia enorme, pero en el caso del uso del Ejército a AMLO se le pasó la mano.La Guardia Nacional estará conformada por el personal actual de la Policía Federal, más dos contingentes castrenses: la policía militar y la policía naval, todos bajo el mando del titular de la Sedena. O sea, en síntesis, una militarización integral. No digo, que conste, que sea mala idea, digo que es un plan que apunta en dirección contraria a los dichos en la campaña.

Si ya no tendrá el control de la PF, a qué se dedicará la Secretaría de Seguridad. ¿Una secretaría enterita para el Cisen? Es pregunta.

Es curioso que el plan se haya lanzado justo cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación declara inconstitucional la Ley de Seguridad Interior. La creación de la Guardia Nacional requerirá cambios constitucionales, Morena tiene legisladores de sobra para realizarlo, vamos a ver si la SCJN los avala.

Pocas horas después del anuncio, la próxima jefa de Gobierno de la Ciudad, Claudia Sheinbaum, dijo que ella no quiere a la Guardia Nacional en la ciudad, que con la policía capitalina es suficiente, lo cual no fue precisamente una muestra de entusiasmo.

Con todo, no importa ya si uno es simpatizante o adversario de la causa de AMLO, lo único que nos queda es esperar que su proyecto tenga resultados, pues nuestra tranquilidad y la de nuestros seres queridos está en juego. De manera que habrá que esperar que la fórmula elegida tenga éxito. Si es incongruente o no, es otra historia. Más nos vale irnos acostumbrando.

 

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Twitter: @soycamachojuan

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