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AMLO es “Juan Trump”



Hace una semana los diarios de toda la nación daban cuenta de que López Obrador había arrasado en la elección presidencial. Una victoria descomunal. Más de la mitad de los ciudadanos que acudieron a las urnas consideró que él debería ser el próximo presidente de México. Las estrellas se alinearon. Por un lado los ciudadanos estaban hartos de las corruptelas de políticos priistas, que son cleptómanos institucionales, y por el otro López Obrador tiene una oferta de honestidad creíble. La gente le creyó que es honesto y podría encabezar un gobierno que no estará organizado para robar y hacer negocios. Porque los priistas no es tanto que se roben el presupuesto, algunos lo hacen, sino que hacen negocios con sus decisiones y, claro, se atiborran de dinero.

Los ciudadanos mayoritariamente castigaron a los corruptos. Lo hicieron a través de AMLO. El tabasqueño acumuló casi todo el poder político del país. Pudiera ser contraproducente. Por lo pronto, los ganadores han vivido esta semana una borrachera política. Todos gritan de algarabía, todos declaran de todo. En el equipo de transición de AMLO impera un caos informativo. El señor Yáñez tiene que imponer un principio de orden en materia de comunicación. Se pueden anegar en sus propias palabras. Todavía falta demasiado tiempo para que asuman sus cargos.

Especialmente locuaz  y parlanchina ha estado la exministra Olga Sánchez.  Es  una señora abusada y con encanto, pero está desatada. Necesita tomar las cosas con más calma. Hay personas que me dicen que Olga defiende así, hablando hasta por los codos, su nombramiento como secretaria de Gobernación. Ponerle a Tatiana Clouthier, que fue la mera mera de la campaña, como subsecretaria, es una señal clarísima de que el Peje, ahora conocido como Don Andrés Manuel, tiene un plan B y podría mandar a Olga al Senado para platicar con Vasconcelos, que también quedó tirado en la cuneta viendo a pasar, a paso veloz, a Marcelo Ebrard, que  ha vuelto a ser el carnal Marcelo.

Otros que dieron un paso en falso fueron los grandes empresarios del país con ese meloso video para saludar el triunfo de AMLO. Se les pasó la mano. Tienen, como es la moda decir, que bajarle dos rayitas. Que sean respetuosos con el resultado está bien, es un gesto democrático, pero que actúen como grupis es un exceso grotesco. Otro que no ayuda en nada es Donald Trump. Según el cotilleo de la Casa Blanca ya le dice “Juan Trump” a López Obrador porque se parecen mucho. Trump es tóxico, que nadie lo olvide. El tabasqueño ya lo invitó a que venga a México a su toma de posesión. Cuando Peña invitó a Trump lo acusaron de traición a la patria, ahora que lo invita AMLO lo dejan pasar como si nada.

Lo que desde mi punto de vista es inadmisible es que a los seguidores del tabasqueño les haya parecido algo menor, casi una travesura estudiantil, lo del fideicomiso para damnificados que creó el candidato ganador. Se juntó dinero que no llegó nunca a los damnificados. Se quedó en manos de operadores del partido. Una canallada. Como fue una canallada de él y sus amigos, entonces hay que dejarla pasar y olvidarla.  Hay  que amnistiarlo. El triunfo avasallador de López Obrador le da también una gran responsabilidad. Lo que la gente ya no quiere son más corruptelas. Dejar pasar lo del fideicomiso para  damnificados es arrancar con el pie izquierdo.

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@soycamachojuan

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