El día que se conoció su nombramiento como secretaria de Turismo, que fue por cierto una de las sorpresas de la conformación del gabinete presidencial de Peña Nieto, algunos analistas comenzaron a decir que Claudia Ruiz Massieu podría usar la dependencia como plataforma para obtener la candidatura del PRI para la gubernatura de Guerrero. Tenía cierta lógica. Su perfil, marcadamente político, con experiencia legislativa vinculada incluso a cuestiones de seguridad, y desde luego sus antecedentes familiares apuntaban en esa dirección. De manera que la versión cayó en terreno fértil.
Las cosas han cambiado. En menos de dos años la perspectiva es otra. Hoy mismo pensar que Ruiz Massieu deje la Sectur para lanzarse a la aventura política, que incluso puede ser de alto riesgo personal, de buscar la gubernatura de Guerrero, suena a disparate colosal para ella, para el gobierno al que sirve y para que el partido en el que milita. ¿Qué sentido tendría desplazarse de Presidente Masaryk a Chilpancingo? Ninguno. Su trabajo en la Secretaría se encuentra en su primer tramo, ya domina un tema que no conocía cuando llegó. Conoce a los principales actores de la industria y ellos la conocen. Ya saben, en ambos sentidos, a qué atenerse. ¿Si las cosas están funcionando por qué cambiarlas?
El Banco de México acaba de dar a conocer que durante el primer semestre del año, el número de turistas superó los 14.2 millones en tanto que el ingreso de divisas alcanzó los 8 mil 435 millones de dólares. Para decirlo en una frase: son los mejores números de la historia. Los pasajeros estadunidenses, por vía aérea, se conformaron como nuestro principal mercado. Igualmente, la balanza turística presentó un saldo positivo de 4 mil 92 millones de dólares, monto récord registrado para un período enero-junio. En este mismo espacio señalé que el turismo es una de las muy pocas áreas de la administración pública que han dado resultados concretos ya, que no son expectativas para dentro cuatro o cinco años. Es una oportunidad de lucimiento para Peña.
En Guerrero, mientras tanto, la situación es tan explosiva como siempre. Ángel Aguirre ha hecho un gobierno deficiente. Los grupos perredistas ya comenzaron el jaloneo y hay un factor que nadie en el centro debe soslayar: la participación de Morena. López Obrador y los suyos emprenderían una ofensiva cruda, sin contemplaciones, personalizada, en contra de Ruiz Massieu. Exponer a la secretaria es insensato. Ella misma debería decir, para cerrar el capítulo, que su objetivo es acompañar al Presidente hasta el final de sexenio y convertir las buenas cifras de este semestre en una tendencia sexenal que le haría muy bien al país, pues lo que está detrás de los números son empleo para jóvenes y mujeres, combate a la pobreza, preservación de las áreas naturales, estabilidad social en lugares precisamente como Guerrero. La ruta podría ser terminar el sexenio y buscar, nuevamente, en otro entorno, un escaño en el Senado y ver para entonces por dónde soplan los vientos. A pesar de los buenos números las áreas de oportunidad del turismo son gigantescas. Muchos estados con atractivos importantes están fuera de la jugada y merecen una oportunidad de participar de los beneficios, pero todavía tienen que inculcar una cultura del servicio y del orgullo de mostrar, que no es tan sencillo. México tiene que ser más competitivo, lo que supone desde una infraestructura funcional, con aeropuertos, carreteras, trenes de pasajeros, hasta mejor supervisión en restaurantes, hoteles, líneas aéreas. Los buenos números deben conducir a la comunidad turística a intensificar su trabajo, tirarse a la hamaca para celebrar no viene al caso. Lo mejor está por venir.
@juan_asai