Una de las encomiendas que tendrá el primer comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, un general de brigada DEM en activo, será promover el turismo. No es broma y que conste que no lo digo yo, lo dijo su jefe Andrés Manuel López Obrador el pasado domingo en Acapulco, a donde fue a inaugurar la edición 44 del Tianguis Turístico.
En su discurso, el tabasqueño dijo: “La seguridad también es promoción turística”. Si no me creen chequen su discurso. Suena extraño pero en rigor es verdad. Devolverle la seguridad a un destino es mejorar su reputación dentro y fuera del país. Mazatlán es un ejemplo tangible. Los logros en materia de seguridad permitieron al bello puerto sinaloense regresar al juego turístico. Las acciones de promoción se consolidan cuando se trata de un destino en el que el visitante puede pasear sin atravesar tiroteos. En destinos turísticos de BCS, como Los Cabos y la Paz, se regresó a la ruta del crecimiento cuando disminuyeron los homicidios y las extorsiones. Se puede hacer.
La acción coordinada de la Guardia Nacional y la policía estatal podría incluso, si somos muy optimistas, conseguir un renacimiento en Acapulco, que mantiene intacto su encanto natural pero la inseguridad no da tregua a la comunidad que habita en la bahía más bella del mundo. En muchas zonas del puerto el mando real lo tienen las bandas criminales. Actúan contra los ciudadanos con un cinismo cercano a la barbarie.
Además en el discurso que les comento, AMLO dejó muy claro que será la Guardia Nacional, el nuevo cuerpo creado a partir de las policías militar y naval y la maltratada Policía Federal, la encargada de regresar la paz a los principales destinos del país, como Acapulco, Cancún, Vallarta o Los Cabos. Varios de ellos han visto caer el número de visitantes por las alertas de viaje emitidas por el gobierno de EU. Lo peor de todo es que no son alertas exageradas. No están viendo moros con tranchete, están viendo sicarios con fusiles de asalto. La situación en Cancún, donde el pago de derecho de piso se ha extendido a todo tipo de negocios, es lamentable.
De modo que habrá que desearle no sólo éxito, sino impacto inmediato al general Rodríguez Bucio, un hombre con experiencia, curtido en mil batallas. Los principales destinos turísticos del país se deben cuidar como instalaciones estratégicas del Estado mexicano, porque justo eso son.
Más con menos
Durante la conferencia de prensa para dar a conocer los resultados del Tianguis, el secretario de Turismo del gobierno federal mostró que es posible, en los hechos, hacer más con menos.
Dijo que gracias a un nuevo esquema de financiamiento se logró un ahorro superior a los 70 millones de pesos. El evento tuvo un modelo de comercialización que se usará en otros eventos, de modo que se sigan realizando pero sin que el gobierno federal, que ya no tiene esos recursos, realice el gasto, en consonancia con las políticas de austeridad, incluso pobreza franciscana, del nuevo gobierno. El secretario Torruco dijo que este año se rompió el número de citas de negocios entre los prestadores de servicios nacionales y los operadores internacionales.
Se pactaron 47 mil 378 citas de negocios que, como quedó dicho, es el número más grande en la historia y supone un crecimiento del 6 por ciento con respecto al tianguis de Mazatlán. Vinieron 1,344 compradores de 45 países y participaron las 32 entidades federativas.
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