El quehacer nacional entró en la órbita del Segundo Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. Los promocionales alusivos saturan las señales radiofónicas y televisivas. El eje de la promoción oficial es que gracias al paquete de reformas aprobadas en meses recientes estamos en el umbral de un “Nuevo México”. El país está en movimiento. Pronto, aunque no hay fechas precisas, se comenzarán a sentir los beneficios. De manera que el Informe será un mega operativo de venta de futuro. Hay bases sólidas, es cierto, pero que todas las expectativas creadas alrededor de las reformas se cumplan, está por verse.
Para casi todas las áreas gubernamentales los buenos tiempos son cosa del futuro, con algunas excepciones como el turismo. Aquí no hay que esperar por buenos resultados, pues se están registrando ahora mismo ante nuestra mirada en ocasiones indiferentes. Hay logros relevantes como que el 2014, este mismo año, se perfila como el mejor de la historia para la captación de divisas. En el Informe de la próxima semana, una de las áreas en las que el Presidente puede mostrar resultados concretos y no sólo expectativas en materia de captación de divisas, creación de empleos y atracción de nuevas inversiones de empresarios nacionales y también internacionales es la industria de viajes. Se dice fácil, pero no hay otras actividades que puedan decir lo mismo.
Me parece que más allá de las cifras de muchos ceros que vale la pena celebrar, el logro fundamental es que en el primer tercio del sexenio comienza a permear la conciencia de que la industria turística puede ser un factor de transformación social y promotor del desarrollo sustentable en el corto plazo. El país tiene vocación turística y margen para crecer pronto. Ya hay, en materia turística, una capacidad instalada. Claro que hay retos enormes en productividad, innovación, servicio, pero no hay que esperar, como en el caso de la reforma energética, tres o cuatro años para comenzar a ver claro. Nada de eso. Las respuestas generosas ya se cosechan.
Es justo que los señores y señoras diputados premien en el Paquete Presupuestal 2015 al turismo, que representa más del 8 por ciento del Producto Interno Bruto y es el principal empleador de jóvenes y mujeres, a pesar de lo cual, en contra del más elemental sentido común, la Secretaría de Turismo es de las que se encuentran al final de la fila en materia de presupuesto.
No todo ha sido miel sobre hojuelas. Hace casi un año la tormenta Manuel golpeó muy fuerte a Acapulco, el destino nacional preferido de los turistas del Altiplano, y el gobierno federal en pleno se tuvo que volcar en ayuda para evitar que el estado cayera en una espiral de inestabilidad peligrosa para todos. El gobierno cumplió con un esfuerzo personal desplegado por el presidente Peña y la secretaria Ruiz Massieu. No sólo eso, el apoyo ha sido sistemático al grado de que se mantuvo firme a pesar de los pesares de la decisión de regresar el Tianguis Turístico a Acapulco. También se consiguió la sede del Día Internacional del Turismo, que organiza la OMT y que se realizará dentro de un mes en Guadalajara, Jalisco. La campaña Live it to believe it, Vívelo para creerlo, tuvo una extensión nacional que permitió que todos los estados de la federación, no sólo los conocidos líderes del sector, se sintieran parte del esfuerzo.
En síntesis, el turismo será uno de los apartados del Segundo Informe de Enrique Peña Nieto en el que el presidente podrá mencionar logros concretos, en dinero captado, empleos creados, bienestar generado.
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@juan_asai