¿La Suprema Corte de Justicia de Nación está camino a ser el brazo jurídico de Morena? Para la oposición la respuesta es afirmativa.
Antes de cumplir su primer año de gobierno el partido del presidente ya clavó dos picas en Flandes y va por la tercera. La renuncia de Eduardo Medina Mora, sin antecedentes en los archivos de la Suprema, es un pase de gol que Morena concretará lo antes posible con el clásico pase a la red. Morena y sus aliados tienen una clara mayoría en el Senado por lo que, aunque la oposición ejerza su derecho de pataleo, ellos se imponen.
El caso de la magistrada Yasmín Esquivel es ilustrativo. A pesar de que era claro para todos que ubicar en la Corte a la esposa de un contratista amigo de AMLO era desaseado, por decirlo suavemente, al Presidente no le importó y mandó la indicación de que Esquivel despachara en Pino Suárez porque ésa era su ( no tan) santa voluntad. El hecho es que se salió con la suya y Esquivel tiene ahora un colorido despacho en la Corte. No juzgo la capacidad de la abogada, digo, que por su cercanía al régimen no podrá decirle que “no” al Presidente, lo cual es francamente peligroso para el ejercicio de la democracia en el país.
En el caso de Medina, el Presidente tiene una nueva oportunidad de ubicar en la Corte a un personaje que le deba el cargo y, llegado el momento, respalde la constitucionalidad de ciertas decisiones, como intentar reelegirse, por mencionar una que revolotea por ahí. La salida de Medina es tan misteriosa como su llegada y si somos rigurosos a nadie debería sorprender que esté metido en serios problemas. Lo importante de este caso no es la renuncia de un personaje sino el hecho de que los tres poderes de Unión puedan quedar en el organigrama de Presidencia, justo como en los tiempos del partido hegemónico, casi único.
El Poder Legislativo ya está en la buchaca. Hay justicia, pues más del 90 por ciento de los legisladores no hubieran ganado sin el paraguas de Morena y su candidato presidencial, el político con más apoyo popular en décadas. De hecho, a muchos de ellos nadie los conoce. Están escaños y curules gracias al inusitado arrastre de AMLO, que logró en la pasada elección más de 30 millones de votos.
El presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar Lelo de la Rea, sostuvo que el juzgado más alto del país mantiene su independencia. “No hay una sola sentencia de la #SCJN de 2019 que se pueda tildar con razón de carente de independencia”. “¿En dónde estaban los críticos de hoy cuando se dictaron sentencias polémicas en otros tiempos? ¿Cuándo se había intentado como ahora una real transformación del PJF?”, señaló. “No reclamo a críticos del gobierno. No me toca. Reclamo a quienes afirman que la Corte no es independiente sin aportar una sola prueba. Eso es todo. Porque esas críticas gratuitas confunden y hacen daño de manera injusta”, apuntó. Apuntó que la Suprema Corte es “un poder equilibrador garante del orden constitucional, en especial de los DDHH (derechos humanos). Y en ese sentido, puede entenderse como un contrapeso constitucional, no político en sentido estricto”.
El riesgo es concreto y ya los partidos de oposición alzaron la voz para decir que el equilibrio de poderes es un principio básico de la democracia y se exige al presidente que respete al autonomía e independencia del Poder Judicial.
@soycamachojuan