Viernes 22 de Noviembre, 2024 - México / España
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Conavid-19. Los imperdonables



Hay cosas imperdonables. Leo que el gobierno está contratando a toda prisa a cuanto doctor o enfermera anden por ahí sin un empleo fijo, para sumarlos a los huestes que luchan contra el coronavirus. Escucho que una delegación mexicana anda por el mundo tratando de comprar, al precio que sea, insumos básicos para enfrentar la emergencia. Por qué tardaron tanto, por qué perdieron tiempo precioso. La desidia, el desinterés o la irresponsabilidad pueden causar miles de muertos. ¿Quiénes es el responsable?
 
 Desde hace dos meses y medio el mundo, en particular los especialistas en epidemias, varios de ellos doctores mexicanos, estaban al tanto de los graves riesgos. ¿Por qué no se contrataron doctores antes, por qué no se consiguieron o se fabricaron los insumos antes? Lo que más descorazona de las protestas de médicos y enfermeras que se quejan de que los mandos a la guerra sin fúsil, lo que más indigna es que no están pidiendo equipo de última generación equipados con rayos láser por decir algo. Nada de eso. Piden guantes, batas, cubrebocas profesionales gel antibacterial, ese tipo de cosas.  Piden garantías para regresar a sus casas a salvo. Cómo es posible que una de las quince economías más grande del mundo no cuente con esos insumos o forma de hacerlos o conseguirlos en el corto plazo. 
 
Hay otros aspectos mucho más sombríos, de los que no quisiera hablar, pero hay que mencionarlos, como la disponibilidad de féretros, lugares en los panteones, servicios forenses en general. ¿Qué pasa con eso?  Hay cosas imperdonables.  En Ecuador están fabricando a toda prisa ataúdes de cartón.
 
¿Qué le depara México el futuro inmediato? Estamos arrancando una semana clave para el incremento de personas contagiadas y muertas. En Estados Unidos los cálculos optimistas prevén 100 mil muertes que es una cifra apocalíptica. Ni siquiera quiero imaginar lo que viene para México. Hay mucha gente que en efecto está tomando precauciones, pero hay muchas más que no, algunas no pueden a otras no les importa.
 
Hay lugares donde la sana distancia es imposible como el Metro donde con una sola persona con el virus puede haber docenas de contagiados. Todavía hay demasiada gente en las calles lo que puede traducirse en un crecimiento inmanejable de los contagios. En México el grado de complejidad se acentúa porque se suma a la emergencia sanitaria una crisis económica que está en vías de pasar de la recesión a la depresión. La sensación de riesgo se acentúa porque parece que el gobierno federal no podrá ni con una ni con la otra. ¿Cómo vamos a remontar la crisis si el presidente y su secretario de Hacienda no logran ponerse de acuerdo? Me hago cargo de que es un artículo plagado de sombras, pero son las que atraviesan mi mente y mi corazón.
 
Hay algo que me genera esperanza, que el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional estarán e n la primera línea de combate contra el virus. Son cuerpos organizados, disciplinados, patriotas, que harán, lo adelanto, un trabajo crucial y le sacarán las castañas del fuego al gobierno. El otro día el presidente dijo que el Ejército sanará al pueblo. Eso es justo lo que viene, pero la tardanza en tomar decisiones, la displicencia, la irresponsabilidad de su comandante supremo le hará las cosas más difíciles.
 
 
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Twitter: @soycamachojuan

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