Donald Trump se ensaña con el ganso y lo disfruta. El numerito de ayer, posando para la prensa agitando el supuesto acuerdo secreto, es señal de que para él ganar no es suficiente, hay que humillar al oponente y decir que le podría volver a ganar las veces que quiera.
Trump no solo fijó la política migratoria de la Cuarta Transformación, sino que asumió que tiene la facultad de evaluar, y en su caso aprobar, el desempeño de la Guardia Nacional en su tarea de contener a los migrantes. Me pregunto si a los titulares de la Sedena y la Semar esto de que una potencia foránea los califique les parece normal, o si van a trabajar bajo protesta, como sería lógico.
La nueva política migratoria incluye mandar el equipo rudo a la frontera para evitar a toda costa la repetición de la imagen de una caravana migrante dando el portazo en la frontera e irrumpiendo en el país por el puente del río Suchiate. Los migrantes seguirán pasando, pero solos o en grupos pequeños, las grandes caravanas de los meses pasados son el enemigo a vencer. Ésas no pasarán, y qué bueno que así sea.
El discurso usado al inicio del régimen por López Obrador quedó archivado, por la sencilla razón de que se leyó como una invitación a todo el que quisiera cruzar la frontera, que aquí los apapachamos; total, dijo, donde comen dos, comen tres y todo eso que resultó contraproducente.
Lo verdaderamente dramático de la actual coyuntura es que estamos apenas en el inicio del camino, la lucha electoral en Estados Unidos apenas comienza y Trump usará y abusará de México a su antojo, sin importar si cumplimos bien o mal sus encomiendas. Si Trump considera que golpear a México le dará réditos políticos y lo ayudará a mostrarse como el macho alfa del vecindario, que tiene a todos comiendo de su mano, lo hará sin contemplaciones.
Lo que conduce a pensar que esta crisis tiene, aparte de los 6 mil agentes de la Guardia Nacional en la frontera, otros frentes que debemos aprovechar de inmediato, porque son de vida o muerte; me refiero a los frentes de la Inteligencia y la Comunicación. Ignoro qué tan desmanteladas quedaron las áreas de Inteligencia del gobierno federal, pero es muy importante que sumen esfuerzos para dejar muy claro cómo es que se mueven las caravanas migrantes, después de todo se trata de movilizar a miles de personas por miles de kilómetros, incluidos un montón de niños, muchos de brazos.
Es muy importante saber si detrás de ese movimiento hay agencias norteamericanas o personas de ese país. Ya se ha comenzado a seguir la ruta del dinero, hay que profundizar y recopilar información. Ésa es apenas la primera parte, la segunda parte es darla a conocer de acuerdo a una estrategia predeterminada tendiente a reforzar la soberanía nacional, hoy tan vapuleada.
Al mismo tiempo es necesario que AMLO mismo, porque es el Presidente, pero si él no quiera asumir su responsabilidad que mande a Marcelo a organismos internacionales, a la ONU, pero sobre todo a la OEA. México puede solicitar una reunión de emergencia de la OEA, porque la verdad es que lo de las caravanas no es un asunto de una nación o dos, sino del continente.
No podemos aislarnos, abrir un frente internacional nos ayudaría mucho porque se trata de un problema internacional. Guatemala, El Salvador y Honduras tienen muchas velas en este entierro y se la han pasado nadando de muertito, Hay que ir por ellos.
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