Lo cierto en Quintana Roo es que por unas horas se temió lo peor. Cuando se informó que el huracán Delta había alcanzado, según el Servicio Meteorológico Nacional, la categoría 4, el fantasma de Wilma se manifestó y todos comenzaron a sudar la gota fría. Wilma pegó con categoría 4 pero se ensañó con la península porque se estacionó sobre ella causando una destrucción inenarrable incluso en la zona turística y muchos negocios y hoteles padecieron una tremenda destrucción y les tomó largos meses recuperarse.
Para fortuna de toda esta vez la naturaleza se apiadó. Delta bajó rápido su fuerza, pegó como categoría 2 y para este domingo ya es historia en las costas de Luisiana. Claro que provocó daños severos, cortes de luz y de otros servicios, pero las autoridades estatales reportaron saldo blanco lo que dadas las circunstancias debe recibirse como una bendición. Las medidas de distanciamiento social adoptadas para contener los contagios del coronavirus tumbaron los indicadores turísticos a niveles nunca antes vistos, pero la infraestructura no sufrió daños y está lista para el despegue.
El amago de un huracán devastador por un momento perfiló el peor escenario posible: con pandemia y con hoteles y restaurantes destruidos. En fin, por fortuna no fue así y ya se emprendieron las tareas de levantamiento de escombros, sobre árboles y postes caídos, y los servicios se reanudan rápidamente. Los turistas que pasaron un par de noches en los refugios están regresando a sus hoteles, asuntos, incómodos, pero sanos y salvos, que es lo que cuenta. El aeropuerto internacional de Cancún trabaja de manera normal, lo mismo que el de Cozumel, lo que es el eje de la recuperación.
Delta tuvo en consecuencia un impacto limitado, lo que permite una reapertura rápida de todo el sector turístico del Caribe mexicano Es importante recordar que todos los turistas en el estado (nacionales y extranjeros) pudieron descargar la aplicación “Guest Assist” (disponible en iOS y Android) para solicitar cualquier tipo de asistencia u orientación.
En el mismo sentido, y para poder ubicar y proteger a los visitantes en el estado, se habilitó de manera inmediata la plataforma tecnológica “Guest Locator”, disponible para las embajadas y consulados que así lo soliciten. Lo que sigue en Quintana Roo es una evaluación de las acciones realizadas durante la emergencia. Cuáles funcionaron de manera óptima y cuáles tienen que afinarse. La temporada de huracanes está vigente y aunque hay años que solo provocan lluvias fuertes, hay otros que golpean sin piedad, por lo que las previsiones nunca están de más.