Lo mejor del turismo en el 2014 ha sido la recuperación de los destinos turísticos de Baja California Sur, en especial Los Cabos, después del embate del poderoso huracán Odile. Se trató de un vasto operativo, coordinado desde el gobierno federal por la secretaria Ruiz Massieu, en el que tuvieron un papel determinante, digno de una nota laudatoria, que no debe olvidarse, los miles de trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad que se trasladaron desde diversos puntos del país a la península para poner de pie todas, sí leyó usted bien, todas las torres de transmisión de la zona devastada que fueron derribadas por los fuertes vientos. No hay que pasar por alto que en los días posteriores al golpe del meteoro se registraron vergonzosos episodios de pillaje.
La luz equivale a seguridad, a salud, a condiciones favorables para trabajar en la reconstrucción. Fue el de BCS el operativo más grande en la historia de la CFE. Desde luego que todo en la entidad vuelva al estado previo al golpe de la naturaleza no será sencillo, pero lo que vale la pena rescatar es el trabajo coordinado entre las autoridades federales, las estatales, los alcaldes y los responsables de turismo en el estado , comenzando por Rubén Riachi que enfrentó con éxito el mayor desafío profesional de su carrera. Una mención aparte merecen los líderes de la comunidad empresarial que mostraron determinación para divulgar dentro y fuera del país que Los Cabos son imparables. Lo son.
En el otro extremo de la cuerda se encuentra entre las notas malas del turismo en este año la necesidad de poner en marcha un enésimo rescate de Acapulco que no logró salir de su espiral de deterioro. No es un secreto que en los ámbitos de decisión se puso sobre la mesa la posibilidad de retirarle la sede para realizar el Tianguis Turístico México el próximo año. Regresarlo al puerto fue una promesa de campaña de Enrique Peña Nieto que le ha costado trabajo mantener, no por falta de voluntad política, que la hay, sino por en muchas ocasiones el puerto no se deja ayudar. El gobierno puso en marcha hace pocos días un nuevo programa de apoyo que en rubro del turismo tiene objetivos de corto y mediano plazo. Lo que se pretende es que esta misma temporada vacacional de fin de año, el porcentaje de habitaciones ocupadas llegue en promedio al 80 por ciento, que sería estupendo no sólo para los dueños de hoteles, restaurantes y antros, sino de la población en general ya que el turismo es la única actividad económica de la región. La única actividad económica lega, porque se sabe que el tráfico de drogas y la delincuencia también prosperan. Para el gobierno no es opción que Acapulco se caiga pues sobrevendría una espiral de desestabilización.
A la gente de la Secretaría le interesa destacar con razón la entrega de las agendas de competitividad, la campaña “Vívelo para Creerlo” y el relanzamiento del Programa Pueblos Mágicos, con reglas claras que todos deben cumplir. El Tianguis de este año se llevó a cabo en Cancún, Quintana Roo, que cumplió con las expectativas y fue oportunidad de que el gobierno del estado y la comunidad empresarial mostraran el músculo que los hace líderes del turismo en América Latina. Los destinos de esta entidad esperan una temporada de fin de año con récords históricos en cuanto a número de visitantes y derrama económica. Bien hecho