Andrés Manuel es imbatible. En las actuales circunstancias no hay un político que pueda vencerlo. Para fortuna de la oposición, el periodo presidencial dura seis años y sin AMLO en la boleta en el 2024 todo pude pasar. Lo importante, lo adivinó usted, es que en efecto López Obrador no esté en la boleta. El otro día Alejandro Moreno, exgobernador de Campeche que aspira asumir la dirigencia nacional de lo que queda del PRI lo dijo de la siguiente manera: Morena es un ave paso. Ayer se creó, hoy gobierna, mañana se va.
Es una frase de campaña, pero puede ser real. Del año dos mil a la fecha hemos tenido presidentes del PAN, del PRI y de Morena, lo que demuestra que la fidelidad electoral es cosa del siglo pasado y que los ciudadanos suelen mudar de opinión con más frecuencia de la que parecería. Para no ser ave de paso y en el 2024 estar haciendo maletas, Morena tiene dos opciones: forzar la reelección de AMLO, o convertirse en un partido hegemónico a la manera del PRI del siglo pasado que es, se nota, su modelo a seguir.
Ya se ha tocado en este espacio la primera opción que supone que el tabasqueño arranque la segunda parte de la administración con una aceptación popular superior al 50 por ciento, que en las elecciones del 2021 Morena siga siendo la fracción mayoritaria en ambas cámaras, y que el gobierno tenga fichas atractivas para juntar una mayoría calificada que procese un cambio constitucional. Puede suceder, pero es un camino lleno de malas sorpresas, La aprobación de AMLO puede caer como consecuencia de la falta de resultados en materia económica y de seguridad, su amado vecino Trump puede descarrilarlo con una de sus ocurrencias.
Sobre la posibilidad de que Morena sea un partido hegemónico no es una tarea fácil, pero se puede conseguir. El PRI se volvió hegemónico desde el poder. Lo mismo puede hacer Morena, si logra, como lo está haciendo, ganar más gubernaturas que son posiciones clave para tener el control del país, También se intentará articular el movimiento obrero a Morena a través de la nueva central diseñada y dominada por Napoleón Gómez y se agudizará la ofensiva contra todos organismos autónomos que tan molestos resultan para los regímenes autoritarios. Claro que seguir regalando dinero a diestra y siniestra hará que el partido tenga una clientela superior.
De cualquier forma, no será nada fácil y entonces los partidos de oposición vislumbran una rendija por la que pueden colarse para competirle en serio a los morenistas. El PRI ya eligió su camino: comenzar a trabajar en la candidatura de Alfredo del Mazo, con Alito en la dirigencia nacional del tricolor. Del Mazo es gobernador del Edomex, una posición muy relevante, y tiene dinero y motivos de sobra para aparecer en los medios cada vez con mayor frecuencia. Igual y se le ocurre dar una conferencia de prensa todos los días o algo así.
En el PAN todavía no hay claridad. Tienen un discurso más consolidado de oposición, pero le faltan figuras con carisma. También volverá a ver a sus gobernadores, Hay que elegir uno o dos desde ya y comenzar a asfaltarles el camino. Al PRD le queda el camino de las alianzas con personajes de la sociedad civil que buscan una plataforma para no perder visibilidad, pero lo cierto es que la extrema debilidad del Sol Azteca puede ser irreversible. La apuesta, quedamos, es que Morena sea un ave de paso y que, así como irrumpió, se desvanezca.
@soycamachojuan