El turismo es una actividad clave para mejorar la imagen de un país, su reputación internacional. Los casos de Francia e Italia son ejemplos irrebatibles.
En el caso de México, los testimonios personales de los millones de turistas que nos visitan y que regresan a sus respectivos países exhaustos pero complacidos, agradecidos de haber vivido una experiencia inmejorable es nuestra mejor campaña de promoción, pues la repetición de testimonios favorables va forjando una buena imagen que después se consolida y potencia con las campañas formales. De hecho, puede afirmarse que este tipo de testimonios mantuvieron la actividad turística a flote en los años del sexenio pasado en los que casi toda la información que se publicaba en el exterior estaba conectada con episodios de violencia en el marco de la guerra del Estado mexicano en contra de las bandas del crimen organizado.
Es una actividad sensible para cualquier estímulo. Notas desfavorables suelen ser devastadoras, pues pueden tumbar en un día el trabajo de posicionamiento de muchos años. El caso de Mazatlán ilustra esta hipersensibilidad. No se tiene que llegar al asesinato, el maltrado a los turistas es tóxico. En la Feria Internacional de Turismo de Madrid, en la parte de líderes uno de los ejes rectores será tratar al turismo como sector clave para reforzar la marca del país y para ayudar en la recuperación de economías deprimidas.
En este contexto se ubica el llamado realizado por la secretaria de Turismo del gobierno federal, Claudia Ruiz Massieu al cuerpo diplomático del país que se encuentra concentrado en la ciudad de México para ver al turismo como pilar fundamental de la agenda económica y recordó la importancia que tiene esta industria para la atracción de nuevas inversiones. La funcionaria anunció a embajadores y cónsules que el gobierno del que forma parte llevará a cabo una agresiva estrategia para poner los ojos de los inversionistas internacionales en el sector turístico mexicano, ya que existe una nueva visión del gobierno hacia el sector, al que se percibe como motor de desarrollo. Es un agente económico que con un papel protagónico en la transformación de México. Les pidió que sean, desde sus posiciones privilegiadas, promotores del país. Explicó la importancia de instalar el gabinete turístico para consolidar la Política Nacional de Turismo como prioritaria y estratégica. Gracias a eso, por ejemplo, la Sectur y otras dependencias como Gobernación y la propia Secretaría de Relaciones Exteriores pueden avanzar juntos en temas como la facilitación migratoria, y la modernización y agilización de los diferentes procesos de internación. El presupuesto para infraestructura del 2014 tiene un enfoque turístico, sobre todo en temas de carreteras y conectividad aérea. Con el cambio de gobierno, a la política exterior se le encomendaron nuevas tareas. Una de ellas, acaso la que más expectativas genera, es que nuestras oficinas en el exterior contribuyan a dejar atrás los años de crecimiento económico mediocre gracias a la promoción de nuevas inversiones.
Altos ingresos.—En el Periódico de Quinta Roo se publicó una nota que confirma el interés del gobierno mexicano de privilegiar la captación de divisas. La Asociación Mexicana de Agencias de Viajes de esa entidad prevé un crecimiento de al menos del 10 por ciento en el arribo de turistas de alto poder adquisitivo, especialmente de países de América Latina, como Brasil y Argentina y también Colombia. La idea es que ese tipo de viajeros cuenten con los incentivos necesarios para alargar sus estancias y claro para que gasten más, incrementando la derrama para beneficio de los prestadores de servicios y de la población en general.
@juan_asai