Turismo.—Con perseverancia notable, el gobierno de Enrique Peña Nieto emprende un nuevo rescate de Acapulco y de los otros dos destinos que conforman el llamado Triángulo del Sol. La operación estará a cargo de la secretaria Claudia Ruiz Massieu que se ha esmerado porque los destinos del estado de Guerrero, que tan cerca están de su ánimo, se mantengan en la jugada. No ha sido fácil. Parte toral de la estrategia es mantener vigente la decisión de que Acapulco sea sede del Tianguis Turístico México en el 2015. La verdad es que falta poco, pues la fecha propuesta es el mes de marzo, de manera que en los trabajos de organización no puede haber pausas.
La próxima semana se conocerán detalles de la campaña de relanzamiento que tiene objetivos de corto y mediano plazos. A corto nos referimos a la inminente temporada vacacional de fin de año que comienza en quince días, de manera que no se puede perder ni un minuto. Las acciones de mediano plazo están encaminadas a asegurar la viabilidad de Acapulco como destino turístico. Lo hemos dicho en este mismo espacio pero vale mucho la pena reiterarlo en esta coyuntura: el rescate de Acapulco es un tema de seguridad interna del país. El turismo es vital porque representa la más importante, casi única, actividad que genera derrama económica para ese estado, pero las actividades y programas del sector, al menos las que promueve la federación, tienen un ojo puesto en el gasto turístico y otro en el de la estabilidad social, que está prendida de alfileres en forma de bikinis y piñas coladas.
Hace pocos días el subsecretario Campa dio a conocer un dato que es el telón de fondo de todo lo sucedido en los últimos dos meses: Desde el 2011 Guerrero es el estado más violento del país y la ciudad de Acapulco encabeza de manera usual la lista de metrópolis de alto riesgo en México. Es en este contexto, particularmente delicado, que se tienen que diseñar las acciones en materia turística cuyo destinatario principal son los turistas clase medieros del Altiplano, esto es el Distrito Federal y el Estado de México, aunque también de Hidalgo, Tlaxcala, Morelos, Puebla. En las acciones que se darán a conocer la próxima semana juega un papel muy importante el Turissste. Los trabajadores al servicio del Estado pueden ser la punta de lanza para que los niveles de ocupación lleguen a 80 por ciento en las dos últimas semanas de diciembre, lo que sería miel sobre hojuelas para los prestadores de servicios. Es obvio que el rescate del estado tiene sobre todo un apartado en materia de seguridad y otro, igualmente importante, en política social, por lo que la titular de Sedesol, Rosario Robles, será protagonista central. Como se sabe, en el pasado puente vacacional de la Revolución, el nivel de ocupación en el puerto fue de 50 por ciento, que es mediocre y no tiene a nadie contento, aunque hay voces que aseguran que pudo haber sido peor.
Autopista.—En cualquier programa de promoción turística para la temporada de fin de año la Autopista del Sol es un punto toral, que hace la diferencia. Hay turistas que llegan a Acapulco o Ixtapa vía aérea, es cierto, pero el grueso de los visitantes utiliza este camino que en los últimos tiempos ha estado bloqueado con frecuencia por normalistas, maestros de la CETEG o guerrilleros vestidos de civiles. Asegurar el flujo continuo no es responsabilidad ni de Ruiz Massieu ni de Robles Berlanga, pero para que los planes de las dependencias que comandan prosperen es importante, como primer paso, poder acceder al estado. Sin Autopista del Sol abierta las 24 horas del día, estamos fritos. ¿Quién se hará cargo de mantenerla operando?
@juan_asai