Voz frecuente en las manifestaciones habidas y por haber, junto con aquella famosa condena a la “prensa vendida” y al inexorable triunfo del pueblo unido, el cansancio popular por la “pinche transa” ha sido elevado a palabra presidencial —y por tanto lema histórico por inscribirse en bronce—, desde el Palacio Nacional y por ese motivo mi amigo el poetastro decadente, ripioso sin maestro, aprestó su pluma fuente y pergeñó estos versitos de ocasión con la súplica de una inmediata y lírica reproducción en esta columna en prosa.
Así dice el vate en combate contra musas y musarañas:
“En las marchas como chanza,
“sin lugar a mala crianza
“se gritaba cómo cansa
“al pueblo la pinche transa;
“mucho más si no lo alcanza
“la terrible malandanza;
“eso es lo peor de la transa
“que quien se pasa de lanza
“sea Quijote o Sancho Panza,
“si como can se abalanza
“y se lleva la pitanza
“y el oro de la esperanza
“y se roba la balanza
“y no deja ni garbanza.
“Y por eso no se avanza,
“Todo se nos va en la transa.”
TEATRO AGÓNICO. Con el agua más arriba del cuello, los propietarios teatrales de espacios independientes buscan desesperadamente auxilio. No se preocupen, les digo yo, nadie se los va a dar. Ni se apellidan Orozco no son parte de la cultura oficial.
Han enviado esta botella de náufragos. La reproduzco parcialmente:
“…Los teatros de la Ciudad de México están cumpliendo más de 160 días de haber entrado en suspensión de actividades. Las razones están por demás claras y sin entrar en los detalles que todos conocemos, basta resaltar el hecho de que como administradores de espacios culturales nos hemos sumado desde el inicio al objetivo colectivo de preservar la salud y el bienestar de la ciudadanía…
“…Por instrucciones de las mismas autoridades, convocamos, junto con el Colegio de Productores, a un llamado urgente de unidad gremial nacional, lo que dio origen a ALARTE, la Alianza por las Artes Escénicas: un esfuerzo ciudadano con representatividad de artistas y hacedores escénicos de todo el país, que en tres meses ha conseguido una articulación y organización que no había sido posible en décadas, todo con un único propósito:diseñar, junto con gobierno, estrategias y medidas económicas que ayuden al rescate de un sector que está en peligro de muerte y del cual depende el ingreso económico y la subsistencia de miles de familias mexicanas.
“…En 160 días, no ha habido días de descanso. ALARTE sesiona todos los días miércoles en plenaria y viernes en consejo. RECIO (Red de Espacios Culturales Independientes) sesiona los jueves. el Colegio de Productores de Teatro sesiona los lunes…. no ha habido semana en que no se haya tenido una mesa de diálogo con autoridades.
Hemos tenido múltiples reuniones con Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, con Secretaría de Cultura Federal, con los departamentos jurídicos de ambas instancias, con Secretaría del Bienestar, con Secretaría de Economía de la Ciudad de México, con las diferentes alcaldías de la Ciudad, y un largo etcétera.
En el diálogo con autoridades hemos encontrado escucha y simpatía, sin duda. Al final del día entendemos que las personas al frente de las diferentes áreas de gobierno son también seres humanos, rebasados por la realidad ejecutando dentro de los límites que les han sido instruidos y haciendo lo mejor que pueden con los pocos recursos que tienen. Somos también empáticos y solidarios con ellos. Pero la realidad es que al día de hoy, 160 días después de anunciada la crónica de una catástrofe económica, no se ha logrado concretar nada…
“Y el agua nos llegó al cuello.
“…Llevamos más de 5 meses a puertas cerradas, sin nuestro más importante ingreso de subsistencia, la venta de boletos.
“…Eso no significa que hayamos dejado de trabajar y de esforzarnos en encontrar economías alternativas. Todos los aquí presentes hemos reinventado nuestros modelos de negocio para adecuarse al mundo virtual…
“…No hay dinero” y “tienen que entender” dejaron de ser argumentos aceptables. Tiene que haber dinero y son las autoridades las que tienen que entender… que dejar morir el patrimonio cultural de una sociedad es simplemente inaceptable…
“…los únicos que no han dejado de cobrar puntualmente desde hace 160 días son ellos; los funcionarios culturales, cuya función es administrar el dinero destinado a la cultura. ¿Entonces cuál está siendo su función, funcionarios?”
¿El agua al cuello? Arriba del cuello, por desgracia.