Más allá de su sentido estricto y del tema en sí mismo, la rectificación del presidente López Obrador en torno del mando civil para la Guardia Nacional —si bien no resuelve de manera completa el problema avizorado por los defensores de los Derechos Humanos—, tiene una importancia política enorme: es la primera retractación, en un tema de tan alta trascendencia, de un hombre acostumbrado a no dar pasos hacia atrás, “ni para tomar impulso”, como él mismo ha dicho.
Es imposible saber cuáles ha sido los motivos de tan afortunada reconsideración, pero obviamente han influido en su decisión los argumentos de muchas organizaciones civiles, a las cuales siempre ha desdeñado, y los organismos internacionales, cuya opinión en algunas cosas parece importarle, y quizá hasta la advertencia de sus cercanos, como Tatiana Clouthier quien sin temor a disciplinas internas dijo claramente su pensamiento. No su rebeldía.
Esto se publicó y vale la pena resguardarlo del polvo del olvido:
“(OEM).- Ante la crítica del presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humamos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, en cuanto a que era una simulación la propuesta presidencial de no militarizar a la Guardia Nacional, la vicecoordinadora del grupo parlamentario de Morena, Tatiana Clouthier aseguró que es falso que se finja escuchar a la sociedad, y agregó que ella está en contra de la militarización de dicha corporación, e incluso destacó que está en favor de que la Guardia sea encabezada por un mando civil y la temporalidad de la corporación sea de 3 años y no de 5, como está planteada en origen.
“Aquí le digo al presidente de los Derechos Humanos, no hay simulación, aquí no hay simulación legislativa y al contrario agradezco lo que usted nos ha puesto en la mesa, porque parte de lo que tenemos el día de hoy, en estas mesas, tiene y obedece al que no queremos simular”, apuntó la legisladora lopezobradorista.
“Al señalar esto, Clouthier agregó que coincide con las organizaciones civiles y especialistas en derechos humanos en cuanto a que rechaza la militarización de la Guardia Nacional, indico, “yo si voy claramente por esta parte de un mando civil, no un mando militar por ningún motivo, y si esta temporalidad tuviese que estar, yo no veo posible una temporalidad mayor a 3 años, y lo pongo por varias vertientes: el tener cinco años el mando militar, estaría hablando inclusive, de poder decir que el mando militar es el que va terminar determinando quién nos gobernará en los próximos seis años en este país.
“Me niego a poner esto como una antesala”, concluyó”.
Tatiana expresó este pronunciamiento, aunado al del ya dicho del presidente de la CNDH y a la par del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, quien había dicho entre otras cosas:
“…La Guardia Nacional mantiene una adscripción al ramo de la Defensa Nacional por un plazo máximo de cinco años, lo cual trastoca la línea inmediata de autoridad civil al inicio de su gestión. Coincidimos con los otros actores que han insistido que la Guardia tendría que estar bajo mando directo civil.
“…Como anticipado, es particularmente preocupante la modificación que propone el Dictamen al primer párrafo del artículo 21 constitucional, para establecer que la Guardia Nacional tendrá competencia para investigar delitos…
“Los estándares internacionales restringen la competencia de la jurisdicción militar no sólo al juzgamiento sino también a la investigación de los delitos. Además, el Dictamen debería establece que la Guardia Nacional, en su labor de investigación del delito, actuará únicamente bajo la “conducción jurídica” del Ministerio Público Federal al cual se le excluye del mando.
“En este sentido, se estaría dando una nueva competencia a integrantes de las Fuerzas Armadas para realizar actos de investigación ante cualquier tipo de delito, sin que dichos actos pudieran ser materialmente controlados por la autoridad civil y sin que los integrantes de las Fuerzas Armadas rindan cuentas ante las autoridades civiles por las conductas desplegadas en la realización de estos actos...”
Tantos riesgos planteados de manera técnica y política, deben haber movido la roca del pensamiento de firmeza en el presidente, al punto de modificar la esencia de este asunto: la Guardia será entrenada y preparada por los militares, pero comandada por los civiles, lo cual quiere decir algo simple: Alfonso Durazo deberá trabajar de veras en algo cuya inexperiencia había hecho cómodo dejar en manos militares.
Hoy la Secretaría de Seguridad Pública deberá demostrar si vale o no vale.