Cómo explican los senadores del Partido Verde la canonización laica del empresario cuya fortuna alcanza para sostener en México algo tan criticado en tiempos recientes por los ecologistas y protectores de animales.
Quien quiera exaltar los méritos del empresario Alberto Bailleres para llevar sobre el pecho la efigie mártir de Don Belisario Domínguez, como se ha acordado en una votación dividida en el Senado, tendrá un difícil campo de batalla donde los cañonazos de su elocuencia se pueden estrellar contra varias incomodidades, por decir lo menos; una de ellas acusaciones, una de ellas, la más singular, la derivada de aquello cateos realizados hace seis años por las Marina Armada de México en las oficinas de Bailleres en Moliere.
“ (JCA).- La presencia de los “marines” en la Ciudad de México, gobernada por el PRD, ha sido creciente. Su presentación ocurrió el 19 de septiembre de 2009, cuando infantes de marina se apostaron en Moliere 222, frente a las oficinas del Grupo Bal, del empresario Alberto Bailleres, en Polanco, muy cerca de la sede de la Secretaría de la Defensa Nacional.
“Los marinos tenían su objetivo en una de las subsidiarias de ese grupo, Química del Rey, cuya dirección apareció en los sacos de sulfato de sodio donde se habían escondido 11 millones de dólares que ocho días antes habían sido decomisados por la Marina en Manzanillo, Colima, y que tenían como destino el puerto colombiano de Buenaventura. Los marinos no entraron al inmueble porque nunca recibieron la orden de cateo”. Sin embargo, las evidencias estuvieron a la vista. Después… nada.
Otra dificultad para quien vaya a ser el jilguero cuya afinada garganta trine los méritos del dueño de “El Palacio de Hierro”, será la circunstancia siempre presente de poseer además un consorcio platero, contaminante y en algunos casos depredador. Este es un pequeño botón de muestra:
“…recientemente, ha llamado la atención de la prensa internacional y nacional (Texas Center for Policy Studies), el caso del envenenamiento por metales pesados entre la población infantil de Torreón, Coahuila, en el norte-centro de México…. el envenenamiento por metales pesados se debe al funcionamiento de la cuarta fundidora más importante del mundo, propiedad de la compañía Peñoles, situada en el centro de la ciudad de Torreón. El envenenamiento por plomo no es un problema exclusivo de Torreón. En otros lugares puede presentarse la contaminación por plomo pero las fuentes emisoras pueden ser distintas, como en el caso reciente que afecta a los vecinos de la empresa Pigmentos y Oxidos S.A. en el área metropolitana de Monterrey, Nuevo León”.
Además, cómo explican los senadores del Partido Verde la canonización laica del empresario cuya fortuna alcanza para sostener en México algo tan criticado en tiempos recientes por los ecologistas y protectores de animales: Don Alberto es el principal empresario de toros de México. Controla más de sesenta plazas y frente a él desfilan de hinojos (y no para recibir a porta gayola) apoderados y toreros de aquí y de allá.
Leamos “El País”:
“La empresa Espectáculos Taurinos de México S.A. (ETMSA), que preside el potentado Alberto Bailleres, ha presentado esta mañana en Madrid la Fusión Internacional por la Tauromaquia (FIT), que consiste en la unión con los empresarios Simón Casas y José Cutiño con la supuesta intención de aumentar su control sobre la fiesta de los toros, bien cimentado en el país centroamericano.
“Bailleres es el apoderado de Morante de la Puebla, el empresario de diez plazas mexicanas y de la de Córdoba, y mantiene un acuerdo con Alejandro Talavante para sus actuaciones en América. Posee dos ganaderías en el país americano y una tercera, la de Zalduendo, en España, adquirida recientemente. Es el segundo hombre más rico de México, y dirige un potente grupo empresarial con intereses en el comercio, la minería, metalurgia, seguros y finanzas, entre otros”.
¡Ah!, pero Don Alberto fundó una escuela: el ITAM. muchos de nuestros mejores tecnócratas (en el gobierno y fuera de él) estudiaron en sus aulas o son profesores en ese lugar cuya operación y congestionamientos, por cierto, despedazaron una parte importante del barrio viejo de Tizapán en el sur de la ciudad.
Pero esos son pecados veniales cuando, llega el poderoso caballero, Don Dinero. Bailleres, sin duda es uno de los tres hombres más ricos de México