La enésima votación a mano alzada de una concurrencia cuya representatividad y validez real, como en los casos anteriores jamás quedó clara, ahora en Durango y con un motivo evidentemente prefabricado, permitió de un plumazo, eliminar el artículo 40 de la Constitución, cuya difunta letra decía:
“Artículo 40. Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, y por la Ciudad de México, unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental”.
“Estados libres y soberanos…” ¡Ajá!
Hoy, sin palomos colipavos para la ronda del reloj en vela, la IV-T ha reinstaurado las provincias en México, comprendido esto como los territorios sujetos a una administración foránea.
Maniatados por los “superdelegados”, una figura de control casi como la de los reales oidores del virreinato; impedidos de contratar sus empréstitos y administrar sus haberes sin la intervención de los interventores de la Secretaría de Hacienda, sometidos hasta para la compra de una caja de aspirinas y frenados para programar y ejecutar las obras públicas de sus Estados, porque una asamblea de tres minutos les puede derrumbar sus afanes, los gobernadores son hoy unos simples monigotes en manos del Poder Ejecutivo.
Y para mayor lustre a su desgraciada condición, los alguna vez altivos virreyes de los tiempos idos —venturosamente idos, dirán muchos—, son sujetos a escarnio, burla y ataque por parte de ciudadanos envalentonados durante los mítines en los cuales se les anuncian dádivas, regalos y programas socioelectorales, todo bajo la ubicua sombrilla de la Cuarta Transformación.
El episodio de la semana anterior en Durango, es quizá el más ilustrativo. Tan grande como el perjuicio de abandonar una obra con el suficiente grado de avance como para continuarla y no tirar al tacho los mil quinientos millones de pesos ya erogados en un sistema de conectividad vial mediante autobuses, cuyo beneficio alcanzaría a un millón 300 mil duranguenses y habitantes de Coahuila.
Los señores monigobernadores de esos estados (mejor decir de esas provincias), José Rosas Aispuru y Miguel Riquelme, han alzado los ojos al cielo y clamado piedad frente a la onerosa tragedia, pero con inusitada rapidez, el Banco Nacional de Obras y Servicios públicos canceló la línea de crédito por 130 millones de pesos ya colocados en la hacienda duranguense.
El artículo 40, en cuanto a la soberanía y la libertad de los Estados de la Federación, se puede ahora reescribir de esta manera:
—“A ver, nada más para medirle el agua a los camotes. A ver, a ver, a ver, a ver. Nomás que respiren profundo, con calma.
—“A ver, que levanten la mano los que consideren que no hace falta lo del Metrobús.
—“¡Bájenla! ¡Que levanten la mano los que consideren que sí es necesario el Metrobús!
— “¡Ya! No hubo Metrobús.
Pero la medición del nivel acuático de los tubérculos, se convirtió en la cancelación de una importante obra pública.
—¿Por qué?
—Porque se puede, decía el gallego.
PRENSA. En esta ciudad se efectuó ayer una Cumbre por la Libertad de Prensa, con la dirección del Comité de Protección a Periodistas.
Este organismo internacional con sede en NY (como la ONU), considera las condiciones actuales del ejercicio profesional en México, en un “nivel de barbarie altamente peligroso”. El comité ha contabilizado más de 100 casos de periodistas asesinados en México desde 1992, de los cuales al menos 50 han sido crímenes directamente relacionados con su labor profesional.
Y sin contar las amenazas ni la estigmatización oficiales.
En 2019, en plena vigencia del gobierno de la IV-T, siete periodistas han sido asesinados en el país y otro, recientemente secuestrado, pide protección de quien se la pueda dar.
El Director Ejecutivo de ese organismo, Joel Simon, invitó al Señor Presidente a conocer las deliberaciones inaugurales de la asamblea, y su invitación fue rechazada. Esto dijo:
“El Presidente Andrés Manuel López Obrador toma de manera personal las diferencias con los medios de comunicación, consideró el director ejecutivo del Comité de Protección a Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), Joel Simon.
”Me decepciona que el Presidente haya permitido que sus diferencias con los medios se hayan convertido en algo tan personal… me decepciona que pese a nuestras insistentes invitaciones no nos acompañe hoy para responder urgentes preguntas sobre la libertad de los medios y seguridad de los periodistas en todo el País y el futuro de la democracia mexicana”.
Twitter: @CardonaRafael
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