Mientras el mundo canta en coro “…el violador eres tú…” y miles de mujeres con los torsos verdes de pañoletas liberadoras, reveladoras de su inamovible condición de empoderamiento absoluto, y la nueva Revolución Feminista nos augura su éxito planetario inminente e inevitable (gracias a Dios, dicen algunos), a nuestro pragmático fiscal general, don Alejandro Gertz Manero, se le viene a la chistera la ocurrencia de abolir el tipo o la categoría penal del feminicidio y sustituirla por el homicidio simple.
Parece mentira tanta miopía.
¿No ve el señor fiscal cómo hasta la señora gramática ha sufrido por estas incorreciones de no separar los sustantivos por género y moler a cada frase con el niños y niñas y en el nombre de la equidad de género olvidarnos de la estructura del idioma durante siglos porque se trata, obviamente, de una herencia cultural patrimonialista, falocrática, machista y misógina; neoliberal, capitalista y etcétera?
Si en eso son inamovibles las feministas, ¿cómo se le ocurre pensar en borrar del código la categoría penal del feminicidio, el cual es la muerte de la mujer por el hecho único de ser una mujer violentada y despreciada hasta la consecuencia final de la tipificación del feminicidio?
Ni modo de hacer nuevos códigos en los cuales se instaurare la circunstancia penal del “humanicidio”. Las feministas entonces pedirían distinguir entre humano y humana. Y así hasta la eternidad.
Pero si no bastaran estas razones para hacer evidente el desatino del señor Gertz, quien últimamente anda mal y de malas porque sus funciones han sido usurpadas por el fiscal verdadero, don Santiago Nieto, quien le gana la mano en los casos serios y le aguada el consomé con sus indiscreciones y sus congelamientos repentinos, hay asuntos jurídicos en los cuales no tiene intervención ni siquiera el Poder Legislativo.
Y ésos son los compromisos internacionales a los cuales, por moda o irreflexiva conveniencia México se ha adherido como las patas de la mosca en el papel pegajoso colgado de un foco. Esas convenciones lo obligan a demasiadas cosas, entre otras a éstas.
México firmó la Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW), y en ella se establece el compromiso de incorporar la figura del feminicidio en el cuerpo jurídico nacional, y la armonización de los códigos estatales de acuerdo con esta tipología.
El acuerdo firmado obliga, incluso, a establecer mecanismos especiales para la investigación de los casos de feminicidio. Absurdo o no, así quedó establecido.
En esas condiciones el maestro Gertz se quedará con su propuesta en el bolsillo. Y si no fueran suficientes los razonamientos jurídicos o los compromisos internacionales, pues basta y sobra con esta declaración del Señor Presidente quien siempre dice la última palabra en un país donde —como en la música vernácula— su palabra es la ley…
(Crónica).- No se mueven las causales, responde el Presidente a la propuesta de Gertz. No es desaparición del tipo penal, sino eliminar requisitos que retrasan su atención.
AMLO: el delito de feminicidio se queda | La Crónica de Hoy
Para el presidente López Obrador no es momento para hacer cambios en feminicidio. NOTIMEX
El tipo penal de feminicidio es, por ahora, inamovible, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador:
“En el caso de quitar causales para feminicidios dijimos: no se mueve, que las cosas queden como están”.
Alejandro Gertz Manero, titular de la Fiscalía General de la República, planteó en días pasados a la fracción de Morena en la Cámara de Diputados la eliminación de este delito del Código Penal Federal, donde aparece desde hace más de 13 años. También está contenido en 28 códigos estatales.
Según el Fiscal, aunque este ilícito ha crecido 137.5 por ciento de 2015 a la fecha —conforme a los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública—, las condicionantes, requisitos y circunstancias en la ley, “complican inútilmente su judicialización”.
Por eso, propuso mantenerlo sólo como un homicidio, con el agravante de realizarse en contra de una mujer y con una penalidad de 40 a 70 años, “que es superior a la que actualmente se aplica en cualquier delito de homicidio calificado, todo ello en favor de las víctimas, para que cuenten con un tipo penal sencillo, eficiente y de la más alta sanción, para lograr la defensa de su vida y la protección de su integridad”.
“Política es tiempo —reviró ayer el jefe del Ejecutivo—, no queremos proponer cambios que se malinterpreten y generen confrontación innecesaria”.
Twitter: @CardonaRafael