Cuántas veces sin necesidad ni motivo hemos repetido esa frase demoledora, contundente pero a fin de cuentas inservible: la madre de todas las batallas. Muchas, en demasía, evidentemente. Saddam Hussein convocó a sus seguidores a dar una pelea por cuyo resultado de fuego y sangre se abrieran las puertas del infierno y lo logró: cuando se abrieron él fue arrojado al interior. Lo sacaron de un agujero, lo vejaron, le hicieron un juicio de mascarada y lo colgaron de jun mecate para escarnio y regocijo posterior de sus enemigos, los invasores, los nuevos dueños de la tierra y el subsuelo.
Por eso cuando se habla de batallas definitivas se debería siempre anticipar su resultado: batallar no es vencer y como se ven las cosas ahora, esta guerra de papel de la demolición de las reformas constitucionales no es otra cosa sino una bella proclama, un llamamiento justo a la defensa de la historia o de la prehistoria, según dicen tecnócratas globalizados y políticos de la nueva era.
Lo único malo es eso: vivimos en la nueva era con sus nuevos valores y sus nuevas necesidades.
Por eso la nación muestra de nuevo un doble rostro, como es habitual en nuestra vida desde los comienzos. El Sol y la Luna: la noche y el día. Por un lado, los “poderes institucionales”, en la sincronizada y casi matemáticamente perfecta labor de modificarlo todo, de reformarlo todo desde los cimientos constitucionales, y por la otra las oposiciones sin capacidad siquiera para articularse en un frente poderoso capaz de hacer política desde dentro y persuadir a los ciudadanos más allá de las reales o imaginarias victorias electorales.
Así el poderío se reduce a la calle. A la marcha y en ocasiones hasta el sabotaje. Pero la institucionalidad pesa más y –para seguir con los avernos— contra ella no prevalecerán las puertas del infierno.
El viernes, entre mentadas y bocinazos, la ciudad fue de nuevo el escenario de la ira, de la queja, de la marcha, del puño en alto, de la exhibición de los millones de firmas reunidas para abatir las reformas, especialmente la petrolera cuyas leyes secundarias se discutirán en el periodo ayer comenzado.
La prensa afín a este pensamiento reseñó así el mitin en el Zócalo:
“…Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano convocó a construir un gran frente para revertir las reformas estructurales “que han trastocado el orden constitucional, vulneran los derechos fundamentales de la población” y han “herido gravemente a México”, entre ellas algunas aprobadas por legisladores del PRD bajo la dirección de Jesús Zambrano.
“En el Zócalo, afirmó que ‘todas las formas constitucionales de lucha son válidas: la protesta, la manifestación individual y colectiva, los paros cívicos, la huelga, incluso la desobediencia civil’, y convocó a buscar nuevas formas de articulación, incluyentes y plurales”.
“Cuestionó que el gobierno y sus cómplices legislativos destruyeran conscientemente y paso a paso las defensas legales del país y pusieran en condiciones de indefensión, de sumisión, de supeditación política y dependencia económica a México frente a intereses ajenos al pueblo”.
“Ante miles de trabajadores, campesinos, perredistas, militantes del Partido del Trabajo y de Movimiento Ciudadano, universitarios e integrantes de la sociedad civil que cubrieron casi en su totalidad la plancha central, el ex candidato presidencial aseguró que la lucha no es únicamente contra los cambios energéticos, sino se extiende a las ‘contrarreformas’ laboral, educativa y hacendaria”.
Obviamente Zambrano se deslindó de cualquier responsabilidad: no hicimos la contrarreforma dentro del pacto; por ella nos salimos del pacto, decir lo otro es una falacia.
Pero mientras los actores políticos opositores se enredan en sus teje manejes, los promotores de las reformas avanzan con pasos firmes. Tras la plenaria de los senadores priistas en Mérida, a donde el grupo parlamentario fue a construir estrategias y líneas de trabajo para enfrentar el abigarrado y completo periodo por desarrollar a partir del ayer, Emilio Gamboa, dice:
“…Existen varios puntos que serán prioritarios para los senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), entre los que destacan las reformas constitucionales en materia de seguridad social; pensión universal y seguro de desempleo; así como la disciplina financiera en estados y municipios; el arraigo en colegiación y certificación profesional; y para expedir leyes para personas con discapacidad y adultos mayores”.
“Entrevistado en el noticiero de José Cárdenas (Notimex), el senador priista fue cuestionado si la ley secundaria en materia energética podría quedar aprobada el 18 de marzo, pero dijo desconocer aún la fecha exacta. Respecto a la reforma político-electoral, promulgada este día, reconoció su importancia.
A este respecto, reconoció la importancia que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) haya manifestado su intención de sentarse en la mesa “a discutir la reforma energética”, porque “muchas de las partes del documento que dejó en el Senado, hay muchas cosas que pueden venir en la ley secundaria”.
Respecto a la demanda del PRD para realizar una consulta popular en materia energética, Gamboa Patrón fue enfático al señalar:
“No vamos a dar ninguna posibilidad de que la consulta popular pueda echar atrás la reforma energética”. Consideró que admitir este ejercicio sería tanto “como darnos un balazo en el pie”.
Referente a la reforma al Distrito Federal, aseveró que es el cuarto punto de sus prioridades. “Estamos en la mejor disposición de sentarnos a debatirla y discutirla”.
Y Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, también opina sobre la consulta:
“Hay que esperar los resultados de esa ley reglamentaria, que determinará qué tipo de consulta es la que puede realizarse en nuestro país, e interpretará si lo que ahí está previsto es un referendo revocatorio de leyes”.
Pero la izquierda, ante esa contundencia responde con estas vaguedades suicidas. Cuando Cárdenas, ante la gravedad (para ellos) del asunto, invita a López Obrador a unirse a una marcha, a sumarse a una protesta de coincidencias intelectuales y políticas. Pero éste contesta con la evasiva elocuencia de un pez en el agua:
—-“Ahora no puedo porque ya tengo compromiso aquí en Tabasco, voy a estar hasta el domingo, estamos en Teapa, vamos a Jalapa, y vamos a Tlacotalpa y mañana voy hasta Pico de Oro y Benemérito allá en la frontera con Guatemala, ya en Chiapas y el sábado en Tenosique, Zapata y Balancán y el domingo en la Chontalpa, entonces ya no puedo estar en la movilización de mañana”.
“El pasado 28 de enero, Cuauhtémoc Cárdenas envió una carta a López Obrador en la que le pide dejen de lado sus diferencias y asista a la marcha del próximo viernes que realizarán organizaciones civiles y el PRD en defensa del petróleo”.
“En este sentido el tabasqueño reiteró que no hará alianzas con los dirigentes del PRD en las elecciones del 2015, porque los líderes perredistas se “entregaron” a Enrique Peña Nieto, participaron en el Pacto por México y aprobaron el aumento de los impuestos.
Respeto mucho y quiero a los militantes del PRD, pero los dirigentes se entregaron al gobierno de Peña Nieto y abrieron las puertas para cobrar más impuestos y para privatizar el sector energético”, aseguró.
Como quien le dice al vendedor de puerta en puerta: ¡Ay! Joven, “orita” no lo podemos atender, ¿podría venir mañana o el año entrante?
ZÓCALO
Innumerables son hasta ahora los cambios sufridos por la Plaza Mayor, Plaza de Armas o Zócalo de la ciudad de México, pero nunca antes esos habían sido generados por la necesidad de recuperar en verdad el espacio para la ciudad y no para una parte de ella.
Si bien el Zócalo no debería ser nada más espacio para el mitin o la acampada contestataria, tampoco debería ser escenario de jolgorios, pistas de hielo, circos, panaderías o altares del día de muertos; área de exposiciones, galería al descubierto.
En días recientes circuló esta información:
“El jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Miguel Ángel Mancera Espinosa, instruyó a elaborar un proyecto de reparación y rediseño de la plancha del Zócalo capitalino.
El mandatario capitalino destacó que en el estudio que dirigirá la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) se prevé contemplar la colocación de áreas verdes y que no sea sólo de tránsito vehicular, sino que el peatón tenga preponderancia”.
Mancera Espinosa destacó que en este proyecto se contará con la participación de especialistas en diversos ramos.
“Tomemos la decisión de darle una nueva plancha del Zócalo a la ciudad de México, moderna, con todos los materiales de alta resistencia y de alta calidad y con un nuevo diseño”, dijo entrevistado luego de entregar reconocimientos a los ganadores del Primer Festival de Datos de la Ciudad de México “HackDF”.
Del más reciente intento de un proyecto como éste fue durante el gobierno, precisamente, del ingeniero Cárdenas. Lo desarrolló un arquitecto de apellido Cortés cuyo nombre de pila ahora olvido. Se trataba de llenar la plaza de estanques, fuentes y jacarandas. Se fue al tacho.
Y quizá eso mismo le suceda a este nuevo intento.