Quizá ellos no estén fuera de quicio pero sí están constituidos.
Para nada aturdidos como los antagonistas políticos cuya desvertebración el Señor Presidente celebra con la modestia de quien antes de diagnosticar su éxito y el fracaso de los otros, les advierte su nula intención de agredirlos o descalificarlos, pero los tunde previa advertencia en contrario.
“...No quiero que se entienda —dijo con franciscano acento dominical—, que se entienda como acto de prepotencia o una burla, es lo que estoy presintiendo, están moralmente derrotados”.
Hasta hoy en la política no existen las derrotas morales.
Existen las victorias electorales o militares, las conquistas, el sometimiento, la dictadura, la democracia, el absolutismo o el populismo, pero si de enjuiciamientos morales se tratara, no se habría llevado al nazi fascismo a la derrota atómica; con una invocación de catecismo hubiera sido suficiente.
Vade retro… nunca ha sido suficiente.
Pero no todos los opositores son adversarios políticos. La guerra persistente y sangrienta de la delincuencia organizada (moralmente más derrotada que cuanto político alguno, pueda sufrir), en abierto desafío contra el Estado, al cual han arrinconado desde hace años, con una guerra perdida y ahora hasta con una Guardia Nacional, en sus mejores momentos como policía migratoria de los Estados Unidos, es una provocación constante contra el Sistema y el Derecho, condición ésta, cuya vigencia el Señor Presidente celebra alborozado y gozoso.
No, los criminales no necesitan nada de eso. Les basta con ametrallar una terminal camionera en Cuernavaca, a la mañana siguiente del mensaje ejecutivo, para dejar en claro cuál es su interpretación de las pías descripciones sobre un país cuya felicidad cierre en la biga de la justicia y la separación de la política y el poder económico.
¿Ah, sí? Pues tómala.
Si ya le dedicamos tiempo a la lectura minuciosa del mensaje presidencial, leamos ahora las informaciones derivadas del mensaje de los delincuentes:
“...Cuernavaca, Mor., 2 de septiembre.- Un grupo armado irrumpió en la terminal de autobuses Estrella de Oro, situada en el sur de esta ciudad, y asesinó a cinco personas. El ataque ocurrió alrededor de las 5:30 horas, de acuerdo con reportes preliminares de las autoridades.
“Los cuerpos de las víctimas fueron encontrados en la sala de espera, en el baño y uno más afuera de la terminal, en su intento de escapar de la balacera.
“Este fin de semana Morelos registró por lo menos 17 homicidios dolosos, principalmente en los municipios de Cuernavaca, Jiutepec y Emiliano Zapata, zona metropolitana. Las autoridades de la Comisión Estatal de Seguridad informaron que el repunte de los crímenes dolosos corresponde a la lucha que libran distintos grupos delictivos por ocupar el sitio de Santiago Mazari, El Carrete, detenido en el estado de Guerrero.
“Mientras tanto en la zona surponiente del estado divulgaron mensajes de supuestos grupos delictivos para alertar a la población sobre actividades criminales, lo que provocó zozobra, y varias escuelas suspendieron clases, así como líneas de taxis, en tanto hay comercios que cerraron el fin de semana, principalmente en las cabeceras municipales de Miacatlán, Mazatepec, Tetecala y Coatlán del Río.
“Hasta el momento, las autoridades no han dado a conocer más detalles sobre el ataque, por lo que se desconoce el motivo de la agresión y la identidad de las víctimas.
“También se dio a conocer que Estrella de Oro suspendió sus corridas después de la balacera”.
Pero frente a esos hechos quedan estos ecos:
“...…Con la convicción de que la violencia engendra más violencia, y tomando en cuenta el justificado reclamo ciudadano por la inseguridad, el actual gobierno decidió cambiar las medidas de guerra por una política integral, de justicia, paz y seguridad ciudadana…“aunque todavía tenemos que trabajar mucho, porque no son buenos los resultados en cuanto a la diminución de la incidencia delictiva en el país y que está atendiéndose el problema, pero constituye nuestro principal desafío; yo soy un hombre de desafíos, de retos y soy perseverante, y por eso puedo decir que estoy seguro que vamos a lograr serenar al país, se va a pacificar México.
“Eso es un compromiso”.
Quien habla en futuro no se equivoca. Sí, lo debemos creer, México se va a pacificar; se va a serenar. Pero mientras...
INDECOROSO. Como si estuviese pagando un favor por la presidencia prolongada, Porfirio Muñoz Ledo recibe el documento Ejecutivo con el Informe al Congreso, no como un compendio nacional, sino como la síntesis de nueve meses en la historia aún no escrita de la todavía inexistente IV-T.
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