LA MIGRACIÓN EN MÉXICO
La migración, sostienen los expertos, es un fenómeno tan antiguo como la humanidad misma. El movimiento es la constante. La idea de quedarse en un mismo sitio, de establecerse, es relativamente reciente y ni siquiera ahora, en el mundo de la civilización, de las grandes ciudades, la movilidad cesa.
La migración por el contrario se ha convertido en un problema internacional, afecta a casi la quinta parte de la población mundial. El migrante desea cambiar su realidad individual, sin importar el costo familiar y emocional que deberá pagar; un factor verificable a nivel mundial, es la desigualdad de oportunidades, es el motor que mantiene encendido el anhelo de moverse buscando una forma de vivir mejor y obtener mayor bienestar.
México es un país ideal para analizar el fenómeno de la migración, pues es una nación emergente al lado de la primera potencia mundial. Expulsa, ha expulsado en el último siglo, a millones de compatriotas a Estados Unidos. Muchos de ellos regresan y otros se quedaron. Y también es un país de paso de corrientes migratorias llegadas del centro y el sur del continente, que tienen como destino Estados Unidos, país con el que México comparte 3 mil kilómetros de frontera.
55% DEL TERRITORIO ROBADO
La migración de mexicanos hacia Estados Unidos, tiene su origen cuando a México le es arrebatada gran parte de su territorio en 1846, tras la guerra con Estados Unidos, perdiendo el 55% de su territorio con las regiones que comprendían, entre otros: Texas, Nuevo México y la Alta California. De tal manera que los primeros emigrantes mexicanos fueron los que poblaban los territorios apropiados por los norteamericanos.
A partir de entonces la historia de la migración México-Estados Unidos ha tenido muchos capítulos, siempre con las características desventajosas de un emigrante. No siempre fueron rechazados como en la actualidad, en los años 1880–1890, contratistas de terratenientes norteamericanos salían al norte de México en busca de campesinos y obreros mexicanos.
En 1911, agentes reclutadores eran enviados por empresas de ferrocarriles y minas norteamericanas a conseguir obreros mexicanos que estuvieran dispuestos a cruzar la frontera para trabajar en la expansión industrial norteamericana, al igual que los dueños de grandes plantaciones que trataban de conseguir mano de obra barata. La fuerza laboral de los mexicanos fue importante a pesar de que los cargos o tareas que les encomendaban eran los más duros y más mal pagados.
Otro motivo de la migración fue: la demanda estadunidense de trabajadores mexicanos durante la Segunda Guerra Mundial, cuando miles de connacionales fueron a laborar a sus campos y a sus fábricas, reemplazando a los norteamericanos enrolados en el ejército, que dejaban gran cantidad de vacantes en el mercado de trabajo.
CONTRATO PARA MIGRANTES
Como dato sobresaliente habrá que señalar que durante la presidencia de Álvaro Obregón, en 1920, se logra expedir un modelo de Contrato en el cual se obligaba a empleadores norteamericanos, a que el trabajador mexicano tuviera derecho de llevar con él a su familia durante el tiempo de su contrato. No se permitía la salida de ningún trabajador hacia Estados Unidos, sin un contrato escrito, firmado por un oficial de Migración, en el que se especificara el salario que recibiría, horario y lugar de destino.
En 1924, por acuerdo del Congreso norteamericano, se funda la “Border Patrol”. Lo que marca un hecho de suma importancia para los trabajadores mexicanos; de ahí en adelante su calidad migratoria cambia drásticamente y se convierten en prófugos de la ley, obligándolos a vivir escondidos para no ser deportados.
Independientemente de las controversias de la migración laboral mexicana a los Estados Unidos de Norteamérica, el hecho es que presenciamos una corriente migratoria, quizás la más dinámica en el mundo, que nunca se ha interrumpido.
MOTOR DE DESARROLLO
Todos tenemos un amigo o familiar que probó fortuna trabajando un tiempo en Estados Unidos o de plano que decidió quemar sus naves y establecerse allá. Atender este problema es una de las responsabilidades centrales del Estado mexicano. Es el fenómeno social más relevante de nuestra historia y en buena medida del mundo. En el caso de México es necesario apuntar que las remesas, o sea el dinero que mandan a sus familiares y seres queridos los mexicanos que trabajan en Estados Unidos, ha hecho la diferencia entre la pobreza y una vida digna para muchas familias mexicanas. Todos advertimos que se desarrolla en nuestros días a nivel internacional un conflicto entre los que piensan que la globalización no puede desarrollarse sin migración y aquellas fuerzas que identifican a los migrantes como foco de todas las calamidades.
Unos lo ven como una calamidad en movimiento y otros como foco de desarrollo económico e incluso cultural. Sin la participación de la comunidad internacional, el fenómeno se expande de manera desordenada mostrando su peor cara. Y es que en la mayoría de espacios de poder no se ponen en el centro de la atención los derechos y garantías de las personas, se pasan por alto las causas que motivaron que hayan dejado su patria, la desigualdad de oportunidades, pero también diversas formas de violencia, como un gobierno despótico, una guerra civil o la amenaza constante del crimen organizado.
En las últimas fechas se han incrementado los desplazamientos de guatemaltecos, salvadoreños, hondureños y nicaragüenses a través de México para llegar a Estados Unidos. Estos flujos de migrantes en tránsito irregular han aumentado de manera sorpresiva por haitianos procedentes de su país y de Brasil.
En la última década, estos movimientos migratorios irregulares hacia Estados Unidos se han producido en un contexto de incremento de la inseguridad y, por tanto, de mayor vulnerabilidad de las personas migrantes frente a amenazas de extorsión, asalto, violación, secuestro e incluso homicidio, entre otras.
AUMENTO DE MIGRANTES
Esta situación se ha acentuado y agravado por el aumento de la violencia en México, Honduras, El Salvador y Guatemala y los desastres naturales en Haití, así como por el endurecimiento cada vez mayor del control fronterizo en el sur de Estados Unidos
Ese aumento de los riesgos, en particular de la violencia, así como las constantes violaciones a los derechos de los migrantes y las políticas de control migratorio, debe ocupar la atención y el trabajo de los gobiernos, la sociedad civil y la academia de México y Centroamérica,
Documentos oficiales señalan que la posición mexicana es promover la discusión de los aspectos vinculados a la migración con un enfoque integral, que de manera equilibrada incorpore a la migración el respeto a los derechos humanos. En octubre de 2013 se celebró el Diálogo de Alto Nivel sobre Migración Internacional y el Desarrollo en la sede de la ONU en Nueva York. En la resolución se dice que la migración es una realidad pluridimensional que incide de sobremanera en el desarrollo de los países de origen, tránsito y destino y asumieron que hay un vínculo indisoluble entre migración y desarrollo. Se hizo énfasis en una realidad ante la que no podemos cerrar los ojos: mujeres y niñas representan casi la mitad de los migrantes internacionales en todo el mundo, por lo que es imperioso tomar medidas para abordar la extrema vulnerabilidad en la que se colocan al migrar.
Para observar la migración mundial se ha elaborado una síntesis interesante que señala que existe migración también de países ricos a países ricos, como es el caso de Alemania y Estados Unidos; de países pobres a países pobres, como Afganistán a Pakistán; de países emergentes a la gran potencia, como es el caso de México y Estados Unidos; y de un país rico a uno emergente como Portugal a Brasil.
En este trabajo también se señala que el principal destino de migrantes son los Estados Unidos; que existe una creciente tendencia entre los jubilados de países ricos a migrar a países pobres donde vivirán mejor con su pensión; que la migración hacia China va en aumento y que los conflictos bélicos se presentan como un impulsor de la migración especialmente hacia Europa.
NOS HIZO HUMANOS
Ante este panorama preocupante, el filósofo español y colaborador de Crónica, Fernando Savater, sostiene, con la contundencia que lo distingue, que es necesario hacer de la migración un sistema ordenado y regido por normas y leyes para evitar abusos y nuevas formas de esclavismo de quienes emigran de manera ilegal. La migración es inevitable en un mundo de desigualdades. Hay que asumir que se crece la idea de que el diferente, el extranjero, debe ser excluido, esto a pesar de que en el ser humano hay semejanzas básicas por debajo de las diferencias accidentales.
Para el narrador peruano Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, y colaborador de Crónica, las naciones desarrolladas, en Europa y América deben crear condiciones en los países expulsores para evitar que la gente se vaya. Si hay violencia y pobreza, la decisión natural es que le busquen por otro lado.
EL PEQUEÑO ALAN
Los papás del pequeño Alan Kurdi le buscaron por otro lado y encontraron una tragedia que tuvo impacto a nivel mundial. Una foto de Alan, un niño sirio de apenas tres años de edad, boca abajo, en la orilla de una playa, como quien toma el sol o toma una siesta, con la diferencia de que él estaba muerto, ahogado. Otra víctima de las docenas de naufragios que azotaron las costas de Turquía hace unos meses. La foto, sobrecogedora, le dio la vuelta al mundo y se convirtió de golpe en el símbolo de una crisis migratoria que ha enlutado miles de hogares.
En la frontera de México con los Estados Unidos tragedias similares ocurren todo el tiempo. No hay cifras oficiales, pero se calcula que al menos una persona al día muere al intentar vivir el sueño americano, digamos 400 o 500 cada año, o sea 8 mil defunciones fronterizas en lo que va del siglo, ya sea deshidrata, ahogada, asesinada. Es una calamidad humanitaria. No todos son mexicanos, muchos vienen de otras latitudes y ahí quedan, en la frontera entre la pobreza y la abundancia, o lo que ellos piensan que es abundancia aunque muchas veces sea una pesadilla sin regreso.