Año Electoral
Arrancó el año electoral 2015. Las precampañas ya comenzaron de manera formal. Los chapulines están haciendo de las suyas. Saltan de un lado para otro. La actividad electoral se desplegará en un entorno francamente adverso para el ejercicio de los derechos ciudadanos. A las nefastas consecuencias de la noche triste del 26 de septiembre en Iguala y Cocula, se han sumado otras calamidades, como la caída vertical en los precios internacionales del petróleo. Esto descarriló las proyecciones gubernamentales sobre las que se diseñó el presupuesto de la Federación de este año. De hecho, hace unos días las autoridades hacendarias reconocieron que está abierta la posibilidad de recortes en el gasto público, lo que traería un impacto impredecible en el ánimo de los votantes. Los sondeos de opinión registran caídas en la consideración de los ciudadanos sobre el desempeño de la clase política ante la problemática que enfrenta el país y su capacidad para solucionar problemas.
LOS PARTIDOS
De cara a este panorama cabe plantear la pregunta: ¿Cómo llegan los principales partidos políticos de México al año electoral? En esta entrega del Mapa Político se tocará en primer lugar la situación del Partido de la Revolución Democrática, que es el instituto político más perjudicado por el caso Iguala que todavía está en el aire, de manera que sus daños políticos puedan aumentar en cualquier momento. Más adelante tocará el turno a PAN y PRI y a los partidos más chicos y las tres nuevas opciones partidistas a nivel nacional.
ANTECEDENTES
Los antecedentes de la participación política de la izquierda mexicana se registran en el Partido Comunista Mexicano que durante sus primeros años vivió los mismos conflictos ideológicos que enfrentó el movimiento comunista en el mundo, provocados por la división entre estalinismo y trotskismo, en México con militantes célebres como Diego Rivera, quien fue expulsado del partido por su respaldo a León Trotski y el gran muralista David Alfaro Siqueiros que permanecía fiel al estalinismo; sin embargo, el partido se desliga de los actos de sus simpatizantes estalinistas dando un giro hacia el revisionismo y posteriormente hacia el llamado eurocomunismo.
AÑOS DE LUCHA
Las décadas de 1950 y 1960 los gobiernos mexicanos de la época combatieron denodadamente al Partido Comunista Mexicano, en muchas ocasiones al margen de la ley y con procedimientos de guerra sucia. En 1976 el PCM postuló como candidato presidencial al líder ferrocarrilero Valentín Campa. Recibió alrededor de un millón de votos, los cuales, debido a la falta de registro legal del partido, no fueron válidos oficialmente.
REFORMA POLÍTICA
En el sexenio de José López Portillo, cuyo Secretario de Gobernación era
Jesús Reyes Heroles, se instrumentó una amplia reforma política que en 1977 otorgó registro al PCM y a otros partidos políticos de izquierda, lo que les permitió participar en las elecciones legislativas de 1979 y obtener por primera vez una presidencia municipal en Alcozauca de Guerrero, y 18 diputaciones de representación proporcional en la LI Legislatura.
LA UNIFICACIÓN
En 1981 con un esfuerzo para lograr la unificación de todas las fuerzas de izquierda, el PCM decidió fusionarse con el Movimiento de Acción y Unidad Socialista, el Partido del Pueblo Mexicano y el Movimiento de Acción Popular, constituyendo un nuevo partido político denominado Partido Socialista Unificado de México, mismo que después se fusionaría con personajes salidos del PRI y encabezados por Cuauhtémoc Cárdenas para formar el Partido de la Revolución Democrática.
LA DIVISIÓN
Así la historia, hasta el saldo del último semestre sobre el PRD, que ha sido francamente desfavorable. El partido vive un periodo de horas bajas que parece no tener fin. Destacan varios aspectos, que suponen retos para el sol azteca: La obtención de registro como partido político de Morena, el Movimiento de Regeneración Nacional que regentea Andrés Manuel López Obrador, que divide a las corrientes de izquierda y se erige como una bestia negra para el perredismo pues le disputará el control sobre bastiones que llegó a imaginar escriturados de por vida, como el Distrito Federal. Muchas de las posiciones que el PRD tiene hoy día en el Congreso se consiguieron gracias al efecto del Peje sobre un amplio sector del electorado.
LAS TRIBUS
Otro aspecto es el triunfo de Carlos Navarrete en las elecciones internas para dirigente nacional que si bien, ratificó la hegemonía de la corriente de los “Chuchos” que encabezan Jesús Ortega y Jesús Zambrano en el partido, dio lugar a resentimientos de los grupos o de las llamadas tribus que se saben lejos del fogón y con pocas posibilidades de recuperar terreno. La elección no sirvió para cicatrizar heridas, sino para abrir nuevas. Puede afirmarse que a pesar del tiempo transcurrido, Navarrete y su equipo todavía no asumen el control pleno del partido.
NARCO POLÍTICA
Los saldos del caso Iguala y la desaparición y presumible asesinato de 43 normalistas de la escuela de Ayotzinapa, metió a los perredistas en los pantanos de la complicidad con el crimen organizado, será un elemento negativo y desfavorable durante la campaña que arranca, los partidos opositores recordarán las veces que sea necesario que José Luis Abarca y Ángel Aguirre llegaron a sus cargos de alcalde y gobernador respaldados por el PRD, que por cierto ya pidió perdón a los ciudadanos por esas equivocaciones.
LAS RENUNCIAS
La sangría de personajes que han decidido abandonar el PRD y buscar nuevos horizontes. El caso paradigmático es el de Cuauhtémoc Cárdenas, fundador del partido que después de un debate público con Navarrete envió su carta de renuncia argumentando que el partido desvirtuó su vocación y ya no es útil para la población. Como todos saben ha habido otros desprendimientos de personajes de segundo o tercer nivel. Entre los perredistas que han anunciado su intención de quedarse en el partido imperan los desencuentros, como es el caso del senador Miguel Barbosa o René Bejarano.
DIVISIÓN Y DESPRESTIGIO
De manera que el PRD encara el proceso electoral del 2015 en condiciones de extrema división, vulnerabilidad y desprestigio. Puede vivir una catástrofe. La estrategia del partido es concentrar sus recursos en tres grandes objetivos: el Distrito Federal, Guerrero y Michoacán. Si en junio el PRD pierde el control de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y la mayoría de las delegaciones políticas, entraría en una fase terminal. La capital es su bastión, la fuente de sus recursos financieros y políticos. El control de las delegaciones y la Asamblea le ha permitido procesar las tensiones entre las tribus, pues ha habido posiciones para todos. Si eso cambia puede ser el acabose. El resto del menú electoral se repartirá en mesas a las que no está invitado el PRD.
VISIÓN OPTIMISTA
Visto desde la perspectiva del mes enero es posible que el PRD se mantenga como primera fuerza en el Distrito Federal, que pierda cuatro o cinco delegaciones y que su mayoría en la Asamblea pase de absoluta a relativa, pero la tendencia es a la baja y el escenario será cada día más complicado. En Guerrero, ejemplo de ingobernabilidad, el objetivo es que el senador Armando Ríos Piter, el candidato más aventajado en las encuestas, haga buenos los pronósticos y consiga que el partido del sol azteca conserve la plaza.
DESAFÍO DE GOBERNABILIDAD
En Michoacán, tierra cardenista desde tiempos del general Lázaro Cárdenas, el sol azteca tiene una oportunidad real de volver al gobierno después del papelazo del PRI, cuyo gobernador y secretario general de Gobierno nos avergonzaron a todos como mexicanos. No es que sea sencillo, pero el diputado Silvano Aureoles puede hacer la hazaña. No es dato menor asegurar que se trata de un cuadro perredista, cuya institucionalidad ha sido bien recibida en la casa presidencial de Los Pinos, que lo ve como un político con el que, llegado el momento, se podría trabajar en una entidad que representa un verdadero desafío de gobernabilidad. En Michoacán el PRD enfrenta a un PRI empecinado en conservar el control del estado y un PAN que asegura que ya le toca asumir el mando ante los tropiezos de perredistas y priistas.
TRISTE FUTURO
Si el PRD consigue en la elección de junio del 2015 ganar en Michoacán y Guerrero y no perder el Distrito Federal, tendrá una buena oportunidad de reagruparse y seguir siendo una fuerza política significa en el país. Si pierde seguirá en el carril de la irrelevancia y pasará a ser un cero a la izquierda. El PRD es un partido político que posee un récord mundial vergonzante: cinco de sus ex presidentes nacionales decidieron abandonarlo para buscar otros horizontes: Porfirio Muñoz Ledo, Rosario Robles, Andrés Manuel López Obrador, Leonel Cota y Cuauhtémoc Cárdenas. Esto refleja la inclinación atávica de la izquierda de fragmentarse, pero también de la inmadurez de las opciones más progresistas del país, y de los actores políticos que militan en la izquierda que han cambiado la ideología por la conveniencia personal y los intereses económicos.