Para el Estado mexicano es vital recuperar el control del proceso educativo en el país. Esa es la premisa que detonó el diseño y posterior aprobación en el Congreso de la Unión, con los votos a favor de las principales fuerzas políticas, de la Reforma Educativa que fue la primera de gran calado del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Su aprobación generó las expectativas más altas. Para la población mayoritaria es claro que una educación de calidad es indispensable para acceder a niveles superiores de desarrollo y para atenuar el principal desafío nacional: la desigualdad social, que alcanza entre nosotros extremos inadmisibles. Pero a la Reforma Educativa, que luce tan bien en el papel, le ha costado mucho trabajo aterrizar y no se augura que pueda hacerlo pronto.
Hay varias razones. Una de ellas, acaso la de mayor peso, es un cambio cualitativo en la movilidad laboral de los maestros: que la evaluación sustituya al escalafón, que el mérito académico tome el lugar del mérito en el trabajo político ligado al sindicato. Esto ha generado resistencias de todo tipo. Las cúpulas sindicales ven una amenaza, diríase mortal, para su poder. Los maestros ya no estarían, como están ahora, a su merced. Lo que dicen algunos especialistas es que en realidad se trata de una reforma laboral para cambiar condiciones de trabajo, para establecer una nueva relación entre empleados y empleador, para clarificar que el patrón es el gobierno y no los líderes del sindicato y que el concepto de calidad educativa es atractivo pero difuso.
La respuesta del gobierno es que las nuevas reglas laborales son indispensables para emprender acciones para la superación académica. El sindicato no es monolítico. Tiene dos corrientes principales: la institucional y la disidente agrupada en la Coordinadora. Como todos saben, la CNTE ha sido protagonista en los medios de comunicación en meses recientes por movilizaciones que han llegado al vandalismo y al enfrentamiento abierto con las autoridades. Se dice por lo mismo que estamos ante una suerte de insurrección que busca desestabilizar y no ante una simple protesta.
LA HISTORIA
Habrá que recordar cómo surge el Sindicato de maestros en México, se remonta al periodo de Porfirio Díaz donde se manifiestan las primeras inquietudes de los maestros y provocan la formación de pequeños grupos con el afán de integrarse en busca de mejoras salariales y condiciones de trabajo, éstos fueron llamados grupos de “San Casiano”, que comenzaron en Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, y en algunos estados del centro del país. Estas organizaciones magisteriales fueron prohibidas porDíaz, lo que provocó su desaparición.
Durante la Revolución Mexicana, se registra otro intento de los maestros por agruparse pero sin un programa y estrategia definida, y sólo adquieren cierta fuerza en algunas regiones del país. Pero es hasta 1930 cuando debido a la inestabilidad de su trabajo, los sueldos reducidos y la persecución de que eran objeto, los maestros deciden aglutinarse en un sindicato; en 1932 lo intentan con la integración de la Confederación Mexicana de Maestros; en 1934 con la Liga de Trabajadores de la Enseñanza y con la Federación Nacional de Trabajadores de la Enseñanza.
EL NACIMIENTO
En 1936, con el nacimiento de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), gran cantidad de maestros de todo el país se afilian a esta nueva agrupación, dando origen con esto al Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de la República Mexicana; sin embargo, se presentan aún divididos por diferencias ideológicas.
Durante el régimen de Manuel Ávila Camacho es nombrado ministro de Educación Luis Sánchez Pontón, quien apoya las causas magisteriales propiciando que en 1943, bajo la dirección política de Vicente Lombardo Toledano, se forme el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, unificando todos los grupos y corrientes magisteriales de la época, el secretario general surgido del primer congreso nacional de profesores fue Luis Chávez Orozco. A partir de entonces, y pese a sus diferencias internas, nace el sindicato más grande de América Latina.
La fuerza política del sindicato magisterial se basa en sus cuatrocientos mil afiliados; su distribución a lo largo y ancho del país; su capacidad económica al administrar las cuotas obligatorias de todos sus miembros y que son descontadas, por acuerdo expreso, de manera automática de su salario. Está en todas partes. A lo largo de su historia funcionarios de todos los órdenes del sector educativo y legisladores locales y federales pertenecen al SNTE, por ello, no es extraño que sus líderes hayan alcanzado relevancia política por décadas y hayan aparecido en las columnas políticas que hacen la crónica de la lucha por el poder en el país. Su importancia propició también su vinculación subordinada al gobierno en turno.
CONSOLIDACIÓN
Jesús Robles Martínez, ingeniero politécnico a quien se le atribuye la consolidación sindical del magisterio, alcanzó la secretaría general del SNTE en el año de 1949, surgió como líder de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos, pero su poder real se alargó más de dos décadas en las que fue el hombre fuerte del magisterio. Los especialistas lo describen como un maximato. Estableció el camino para que los maestros tuvieran gran influencia en la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado FSTSE y el ISSSTE, fue diputado y Senador.
CACIQUE
Manuel Sánchez Vite fue uno de los políticos hidalguenses que alcanzó el mayor rango político en la segunda mitad del siglo pasado. Fue senador y gobernador de su estado pero también dirigente nacional del PRI. Maestro rural egresado de la escuela de El Mexe. A principios de los años 50 alcanzó la secretaría general del SNTE. Vite tenía varios enemigos poderosos, entre ellos Luis Echeverría, que llegaría a ser Presidente de la República.
MANIPULACIÓN
Carlos Jonguitud Barrios fue un maestro rural potosino que tuvo una larga carrera política en el PRI. Ocupó media docena de cargos relevantes entre ellos diputado, senador, gobernador de su estado, director general del ISSSTE y dirigente nacional del SNTE, dirigió la corriente Vanguardia Revolucionaria. Principio del formulario
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Llegó a la dirigencia del SNTE con el respaldo de Luis Echeverría, que así logró desmontar el cacicazgo de Sánchez Vite y Jesús Robles Martínez
NUEVO PARTIDO
La maestra chiapaneca, oriunda de Comitán, Elba Esther Gordillo, emprendió desde joven una ascendente carrera política que la llevó a ser diputada y senadora por el PRI. En la década de los años 70, coincidiendo con el periodo de mayor poder de Carlos Jonguitud, Elba Esther comienza a tener puestos de dirección en el SNTE del Edomex. En 1987, siendo presidenta de la Cámara de Diputados, le tocó responder el quinto informe de gobierno de Miguel de la Madrid, con lo que, en los hechos, entró en las grandes ligas de la política nacional.
En el sexenio siguiente, el de Carlos Salinas, asumió la secretaría general del SNTE. Sin dejar su ascendencia en el SNTE asumió puestos de dirigente en el PRI, incluso la Secretaría General. Tuvo diferencias serias con Roberto Madrazo, cuando el tabasqueño era presidente del tricolor, que terminaron en antagonismos y una ruptura que dejó muy serios daños colaterales para el partido. Por aquellos años operó la creación del partido Nueva Alianza, partido político de los maestros mexicanos.
INFLUENCIA POLITICA
El SNTE fue desde su nacimiento una organización ligada a los gobiernos priistas. Como ya vimos varios de los dirigentes incluso ocuparon cargos de liderazgo en el PRI, de manera que en año 2000, con el triunfo del PAN gracias a la victoria de Vicente Fox, la organización se encontró en una encrucijada: apoyar al presidente o radicalizar su oposición. La maestra Gordillo optó por acercarse de manera paulatina pero clara a los gobiernos panistas, primero con Fox y Martha Sahagún y más abiertamente con Felipe Calderón, a quien ayudó a derrotar a Andrés Manuel López Obrador con lo que alcanzó la cumbre de su influencia en el sistema político mexicano.
DISIDENTES
Quizá el antecedente más importante sea el llamado Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM), dirigido por Othón Salazar, en 1956, Sin embargo, el movimiento fue aplastado. Salazar terminó en la cárcel.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación surge como corriente disidente del SNTE en el sexenio de López Portillo, hacia finales de 1979, en el estado de Chiapas. En Tuxtla Gutiérrez, capital del estado, se realizan las reuniones que terminarían con su conformación. Sus primeras demandas fueron de carácter salarial pues el sueldo comenzaba a quedarse rezagado, por lo que su primera exigencia fue rezonificación por vida cara. Tiene presencia, a veces, dominante en Oaxaca, Guerrero, Michoacán y también en el Valle de México. Al acumular poder político se ha acercado a grupos sociales contrarios al sistema. Incluso hay analistas que aseguran que existe un acuerdo de las secciones de Oaxaca y Guerrero con la guerrilla que actúa en la región, en particular el Ejército Popular Revolucionario.
LA REFORMA VA
Hace pocos días la evaluación docente recibió dos espaldarazos definitivos, con los que se muestra que no habrá marcha atrás: la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la Comisión Nacional de Derechos Humanos le dieron su aval, al definir que no se violan los derechos humanos de los mentores al evaluarlos. En todo caso se estableció que es primordial, que está por encima de todo, el derecho de los niños mexicanos a recibir la mejor educación posible. Lo está.