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Comunicación efectiva, reto electoral



LA SPOTIZACIÓN
En nuestra entrega anterior el pasado domingo, nos preguntábamos si los partidos políticos habrían revisado lo sucedido en la elección de junio del 2015 con el objeto de corregir sus estrategias para las próximas elecciones del 2016. Una de las más importantes es el modelo de comunicación política, que gira en torno a los spots promocionales de los partidos políticos y sus candidatos. Supone un gasto desmedido que no tiene impacto verificable en la toma de decisión de los ciudadanos al momento de emitir su sufragio.


En la más reciente elección federal se transmitieron más de 40 millones de spots o anuncios publicitarios de partidos y candidatos. Es una cifra que desborda cualquier recipiente real o imaginario. ¿Por qué y para qué tantos? ¿Recuerda usted alguno a cuatro meses del bombardeo? Con toda seguridad, no. Se trata de mensajes que saturan al público en general y no dejan huella, que no convencen de nada y que provocan un efecto negativo y de rechazo de la audiencia. Su contenido es resultado de las “innovadoras ideas” de los llamados consultores políticos, que han proliferado en el ambiente electoral mexicano, muchos de ellos venidos del extranjero, que aseguran que ellos sí saben de campañas políticas, sí saben cómo hacerlo, para llevarse dinero a carretadas. Es el viejo truco de los espejitos a cambio de oro, que también resultó en tiempos de la Conquista.


Pero estamos en el siglo XXI y es indispensable buscar otras alternativas de comunicación electoral más eficiente. Durante la semana, La Crónica de Hoy publicó una nota en el sentido de que la Organización de Estados Americanos, a través de Laura Chinchilla, jefa de la misión de observación electoral, criticó el modelo de comunicación política utilizado en los pasados comicios del 7 de junio en México. Consideró que éste limita la libertad de expresión y tiende a alimentar el cansancio hacia el proceso electoral derivado de la spotización excesiva que no propicia un debate político de calidad.


AUSENCIA DE DEBATE
Su argumento es el siguiente: “La transmisión de una inmensa cantidad de spots publicitarios de 30 segundos, no necesariamente se traduce en un voto más informado o en una ciudadanía más interesada en el proceso electoral, sino que más bien tiende a alimentar el cansancio y el rechazo al proceso político”. Este modelo, en su opinión, no propicia un debate político de calidad y sí genera constantes fricciones entre los actores del proceso electoral, dando pie a la llamada “información negra”. Advirtió que el modelo de comunicación sin lugar a dudas tiende a limitar el ejercicio del periodismo y de la libertad de expresión en México y tiene el riesgo de restringir los espacios de expresión necesarios para la conducción de un debate político intenso, dinámico y democrático.


Coincidimos con esta afirmación y pensamos que es tiempo de cambiar, el tsunami de spots no es la panacea democrática que alguna vez nos vendieron, sino que es un pretexto para que los políticos dejen de hacer su trabajo real de proselitismo y supongan que con una visita a los estudios de grabación ya hicieron la tarea. Nada más falso.


Por otra parte, comentaremos el panorama preelectoral en algunos estados donde habrá elección para gobernador en el 2016, y que según nos reportan es el siguiente:


OAXACA
Las condiciones que permitieron construir hace seis años una alianza como la que llevó al poder a Gabino Cué en Oaxaca ya no existen. No tienen oportunidad de reciclarse. Lo dramático de esa alianza fue que al final del día ni panistas ni perredistas ejercieron el poder. Los activistas de la APPO y los maestros de la sección 22 lo arrebataron, mientras que los partidos políticos se quedaron mirando. El sexenio se malogró. Cué, a quien muchos veían como prospecto para la grande, terminó chiquito. El gobierno federal le dio una oportunidad de terminar con cierto decoro su administración, gracias a la decisión de arrebatarle a la CNTE el Instituto Estatal de Educación Pública. Desde que perdió el control sobre el presupuesto, la dirigencia de la 22 anda como gallina sin cabeza. El mérito, a decir de los ciudadanos, es del gobierno federal y quizá por eso el PRI ganó en Oaxaca la elección intermedia de junio pasado y está bien perfilado para recuperar el palacio de gobierno. La condición es que no se equivoque de candidato. Si el PRI logra sacar un candidato de unidad sin fisuras, volverá a ser gobierno en Oaxaca. Hay varios tiradores. El que se nombra con más frecuencia es Alejandro Murat, director del Infonavit e hijo del controvertido ex gobernador José Murat. Se menciona también a Héctor Pablo Ramírez Puga, director de Liconsa y al senador Eviel Pérez Magaña. La cara nueva, sería la diputada Mariana Benítez Treviño, que estuvo encargada del área de Derechos Humanos en la PGR y que desde San Lázaro puede dar el salto.

 

DURANGO
Se trata de un estado que tiene escasa presencia informativa en los medios de circulación nacional, gobernado por Jorge Herrera Caldera. En las últimas semanas adquirió visibilidad de la peor manera posible: se estableció como guarida favorita de los jefes del Cártel de Sinaloa, comenzando por el “Chapo” Guzmán que pasaba largas temporadas en Guanaceví. Todo mundo lo sabía. Todo mundo lo dejó pasar. No se sabe si el crimen organizado está interesado en cambiar el derrotero electoral, de todas formas es un riesgo permanente la presencia de hombres armados por todos lados. Es una entidad que no ha conocido la transición, siempre ha estado gobernado por priistas y no será fácil para la oposición que tiene presencia intermitentemente y frágil dar el campanazo. El problema es que el frente tricolor presenta desencuentros reiterados. La senadora Leticia Herrera es la más mencionada, aunque hay versiones de que el gobernador no la quiere. La sigue el joven Esteban Villegas, que es alcalde de Durango y al parecer el consentido del mandatario. La oposición, PAN y PRD, podría elegir Durango para alguna de sus posibles alianzas. Se dice que su candidato es un político conocido, José Rosas Aispuro, que ha estado cerca, antes, de ganar.


CHIHUAHUA
Es el estado más grande del país, gobernado por el priista César Duarte Jáquez, quien se recupera de un accidente aéreo. El PRI es la fuerza hegemónica y tiene bajo control las principales ciudades de la entidad, la capital Chihuahua y Ciudad Juárez, de hecho Enrique Serrano, alcalde de la ciudad fronteriza, es uno de los nombres más mencionados para obtener la candidatura. La senadora Graciela Ortiz, oriunda de Parral, y quien, dicen, tiene el visto bueno de los chihuahuenses influyentes que se mueven en el centro del país. Otra senadora, Lilia Merodio, aparece en las listas, aunque es un cuadro cuyas mejores oportunidades, dicen, vendrán en el mediano plazo. Enrique González, fiscal general, quien ha hecho un buen trabajo en materia de seguridad y es reconocido por sus paisanos. Se trata de una entidad que ya conoció la alternancia, de manera que el PAN sigue teniendo un potencial importante, en sus filas está el controvertido senador Javier Corral, un opositor en casa, pero que tiene habilidad para colarse a las primeras planas. Se dice poco pero Gustavo E. Madero Muñoz, ex presidente del PAN es chihuahuense. Si le interesa la nominación podría obtenerla, si es que no espera en el Distrito Federal, para pelear la presidencial del 2018.


HIDALGO
Es la tierra de Miguel Ángel Osorio, secretario de Gobernación, que seguramente seguirá muy de cerca el proceso de elección del candidato a la gubernatura que hoy ocupa Francisco Olvera Ruiz. Como la izquierda casi no pinta en la entidad, la batalla será otra vez entre PRI y PAN. El tricolor tiene dos figuras de peso conocidas a nivel nacional que han hecho méritos en las contiendas legislativas e incluso protagonizando debates épicos sobre reformas estructurales: David Penchyna y Omar Fayad. Cualquiera de los dos podría con el paquete para el que también hay referencias a dos mujeres: Carolina Viggiano y Nuvia Mayorga. Otra mujer, Xóchitl Gálvez, es la más conocida por parte del PAN. Dicen allá que estuvo cerca del triunfo en la pasada elección y hoy es delegada política en Miguel Hidalgo, lo que le da una plataforma mediática relevante para salir todos los días en los medios. Falta ver si quiere volver a competir o se queda en la ciudad a terminar el trabajo para el que fue electa.


CAMBIAR O PERDER
Por lo tanto, para la elección del 2016, los fenómenos de mediatización de la política y la pérdida de credibilidad de los partidos políticos imponen un desafío que debe enfrentarse en el corto plazo, si los partidos quieren recuperar la confianza de la población deben reflexionar sobre cuál debe ser su estrategia de comunicación y cómo utilizar con eficiencia los medios de comunicación para que pueden contribuir a perfeccionar y profundizar la democracia.


Los partidos deben recordar también que las razones del deterioro de sus candidatos son la falta de vocación de servicio, la ausencia de transparencia, la corrupción, el individualismo, el distanciamiento de las fuentes doctrinarias, entre otras.


El desafío en el corto plazo es cambiar o perder.

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