El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, traicionó ayer a sus aliados kurdos en el norte de Siria, tras bendecir la invasión de las tropas turcas y dejar así a su suerte a una minoría que es considerada “terrorista” por el presidente turco, Recep Tayipp Erdogan.
A golpe de tuit y ante el estupor de miembros del Congreso de EU —demócratas y republicanos— y del Pentágono, justificó su puñalada por la espalda a los milicianos que le ayudaron a derrotar al Estado Islámico en Siria, señalando que “si Turquía hace algo que yo, en mi gran e inigualable sabiduría, considero que está fuera de los límites, destruiré y aniquilaré totalmente la economía de Turquía”.
La portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, explicó que Trump llamó a Erdogan la noche del domingo, poco después de que el mandatario islamista turco ordenara a sus tanques posicionarse en la frontera con la franja controlada por las milicias kurdo-sirias, con el apoyo de las tropas estadunidenses. “Las Fuerzas Armadas de EU no apoyarán ni se implicarán en la operación, declaró la vocera y adelantó la próxima retirada de las tropas de EU luego de señalar que “tras haber derrotado al Califato del EI, las tropas estadunidenses no permanecerán en el área”.
En otro de sus tuits, Trump se lavó las manos sobre la suerte de los combatientes yihadistas y dejando que sean los turcos, sirios, iraníes, iraquíes, rusos y europeos los que decidan qué hacer con los terroristas “capturados en su vecindario”.
ESPANTO REPUBLICANO. El anuncio de Trump ha sido criticado por miembros de su propia formación política, el Partido Republicano, que le han pedido que recule.
El senador Lindsey Graham, uno de los principales defensores del presidente en el Congreso, describió este lunes la decisión de Trump como “corta de miras e irresponsable”.
“Esta decisión impulsiva del presidente ha deshecho todas las ganancias que hemos obtenido, lanzando la región a un mayor caos”, avisó Graham en una entrevista a la cadena de televisión Fox News.
Por su parte, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, opinó en un comunicado que Trump debería revertir su decisión y alertó de una “retirada precipitada”. “Insto al presidente a ejercer el liderazgo estadunidense para mantener unida nuestra coalición multinacional para derrotar al EI y evitar un conflicto importante entre nuestro aliado de la OTAN, Turquía, y nuestros socios locales sirios contra el terrorismo”, urgió McConnell.
“MÁRTIRES, PARA NADA”. Las Fuerzas de Siria Democráticas (FSD), alianza liderada por kurdos y respaldada por Washington en su lucha contra el EI, lamentaron ayer la retirada de las tropas de EU de la llamada “zona segura” en el noroeste de Siria.
“Cualquier ataque turco tendrá como resultado revertir el esfuerzo realizado para derrotar al EI, donde las FSD sacrificaron a 11 mil mártires durante cinco años de guerra”, declaró un vocero de la milicia kurda.
Según dijo, si se ven obligados a abandonar la “zona segura”, “las células del EI sacarán a sus terroristas de las cárceles (12 mil) y de los campamentos (70 mil familias del EI), lo cual es una amenaza para la seguridad local e internacional”.
Por su parte, el régimen sirio, por medio de la agencia oficial SANA, declaró que “Estados Unidos deja al descubierto de nuevo su conspiración con el régimen turco para agredir los territorios sirios”.