En un hecho sin precedentes, que marcará un hito en la historia del futbol mundial, la francesa Stéphanie Frappart se convertirá en la primera mujer que dirige una final masculina de una competencia en el viejo continente: como lo es la Supercopa de Europa entre Liverpool y Chelsea, a disputarse en el Besiktas Park de Estambul (14:00 horas).
Nacida en Valle del Ois, fue la encargada de dirigir la reciente final de la Copa Mundial Femenina de la FIFA entre Estados Unidos y Holanda en la ciudad de Lyon, en la que las norteamericanas salieron con la victoria y también dirigió la semifinal del Campeonato de Europa femenino de 2017 entre Holanda e Inglaterra.
Frappart liderará un equipo integrado en su mayoría por mujeres. Estará asistida por Manuela Nicolosi, de Francia, y Michelle O’Neal, de Irlanda, la misma dupla de jueces de línea que estuvo en la final femenil que ganó Estados Unidos 2-0 a la representación de los Países Bajos el 7 de julio anterior.
El único hombre del equipo será el turco Cuneyt Cakir, que fungirá como cuarto árbitro del encuentro entre el campeón de la Champions League, Liverpool y el de la Europa League, Chelsea.
Sin embargo, Frappart de 35 años, no es la primera árbitra asignada a un partido masculino de la Unión Eropea de Asociaciones de Futbol (UEFA), ya que ese privilegio corresponde . a Nicole Petignat, cuando dirigió partidos de la fase de clasificación de la Copa de la UEFA entre 2004 y 2009.
Incluso, ya había abierto una brecha importante en el arbitraje de su país, al convertirse en la primera juez central en dirigir un partido de la segunda división de Francia, cuando pitó el entre duelo Amiens-Estrasburgo, en abril pasado, luego en junio se anunció que Frappart ascendía a la nómina de árbitros de la Ligue 1 de forma permanente para la temporada 2019-20.
“He dicho en muchas ocasiones que el potencial del fútbol femenino no tiene límites y estoy encantada de que Stéphanie Frappart haya sido nombrada para dirigir la Supercopa de la UEFA de este año junto a las árbitras asistentes Manuela Nicolosi y Michelle O’Neal”, declaró el presidente de la UEFA, el esloveno Aleksander Ceferin.
“Como organización, damos la máxima importancia al desarrollo del fútbol femenino en todos los ámbitos. Espero que la habilidad y la devoción que Stéphanie ha demostrado a lo largo de su carrera para alcanzar este nivel sirva para inspiración a millones de niñas y mujeres de toda Europa y les demuestre que no debería haber barreras para alcanzar el sueño que cada uno tiene”, siguió el dirigente.
El jefe de arbitraje de la UEFA, Roberto Rosetti, elogió la capacidad de Frappart como árbitra y dijo que “se merece plenamente” la oportunidad de supervisar un partido de tan alto nivel. “Stéphanie ha demostrado a lo largo de los años que es una de las mejores árbitras, no sólo de Europa, sino de todo el mundo”, aseguró Rosetti.
Frappart, ha dicho hoy que para ella no es distinto arbitrar un equipo de futbol masculino o femenino, “no hay mucha diferencia; el futbol es el mismo. Son los equipos los que juegan distinto, pero es el mismo juego para hombres y mujeres, y para mí como árbitro es lo mismo”.
“Nos sentimos preparados para el partido de la Supercopa porque entrenamos mucho, no tenemos miedo a este partido, estamos siempre preparados para cualquier encuentro”, dijo Frappart, frente al resto del cuerpo arbitral, O’Neill, Nicolosi y Çakir.
“Desde luego mi vida cambiará, porque seré más popular ahora que cuando estaba en la primera división en Francia, pero conozco el equipo y también mis emociones, sé cómo controlarlas y cómo entrenarse. No es mi primera misión, así que estoy preparada”, aseguró la colegiada.
Nicolosi, quien le auxiliará en una de las bandas por su lado indicó con temple que “las emociones se dejan atrás una vez que empieza el juego: te concentras en el partido”, mientras que O’Neill, subrayó que trabajar en el máximo nivel del futbol masculino “abre una vía para las jóvenes”.
Frappart rechazó la obligación de mejorar la labor de los hombres como árbitros, “es lo mismo, tenemos que demostrar que somos capaces, no creo que nada cambie.
Finalmente, el turco Cakir aseguró que “hemos hecho muchas sesiones de entrenamiento juntos, hombres y mujeres, hacemos las mismas pruebas físicas. ellas son realmente valientes y no tienen miedo a tomar decisiones impopulares”, concluyó el cuarto silbante.