José Alberto García Aranda. Director del hospital Federico Gómez. La clínica, que cuenta con especialistas formados en el extranjero e instalaciones para investigadores, atiende a miles de niños con padecimientos complejos a través de 900 consultas externas diarias, más los hospitalizados y en tratamiento.
En plena colonia Doctores hay muchos médicos que se dedican a salvar vidas, especialistas de la talla de los mejores de Houston, Francia o Inglaterra. Atienden a miles de niños con padecimientos complejos en un edificio de colores, fácil de distinguir de entre el resto de las construcciones del barrio.
Es el Hospital Infantil de México Federico Gómez, donde la calidez humana, atención eficiente y oportuna son sello de distinción. En los últimos nueve años y medio, su director general, José Alberto García Aranda, se ha preocupado no sólo por la calidad del servicio, sino también porque el personal médico pueda laborar en las mejores condiciones, que se capaciten constantemente, que puedan obtener becas para estudiar en el extranjero y regresen para convertirse en los mejores especialistas de nuestro país.
En entrevista con Crónica, García Aranda relata que inició su gestión en el 2009, reelegido para un segundo periodo en el 2014, en la actualidad ha logrado la publicación del Boletín Médico del Hospital Infantil, el cual se ha consolidado a nivel internacional como una de las mejores publicaciones (en español e inglés) de información pediátrica.
Su enorme calidad humana, lo llevó a conseguir donaciones por 50 millones de pesos, tan sólo para la adquisición de equipos para investigación, además de la donación para los dos proyectos para la construcción del edificio principal —los tres primeros pisos son para pacientes oncológicos— y tiempo después para otro edificio de rehabilitación.
Intervinieron personas desde la iniciativa privada, como el arquitecto Sordo Madaleno y su despacho, que regaló el diseño de la fachada que, la de colores que se ha convertido un icono de toda la colonia. También donó el diseño interior.
Los muebles fueron donados por la Fundación Río Arronte que buscó los mejores muebles del mundo, antibacterianos: “La verdad es que no las tienen ni en hospitales privados; hay gente maravillosa, gente excepcional y creo que eso debería saberlo todo mundo”.
Con la ayuda de Fernando Landeros y el patronato de fundación Teletón se aportó parte del dinero para construir un nuevo edificio para rehabilitación, para lo cual contó con el valioso apoyo de Carlos Slim Domit y Andrea Hernández, “hablé con ellos y me ayudaron junto con Chobi Landeros a que el Teletón nos diera parte del dinero para hacer un nuevo edificio; la otra parte del dinero vino del Gobierno Federal.
Otro milagro es que nuevamente el arquitecto Sordo Madaleno nos regaló el proyecto del nuevo edificio: “Es un ángel ese señor y lo peor es que ni lo conozco, yo quisiera conocerlo algún día. Ojalá Jorge (se refiere a don Jorge Kahgawi Gastine, a quien lo une amistad de más de 20 años), lo conozca y algún día me lo presente”, sonríe.
Con el dinero que sobró, añade, se pudo comprar un equipo que pocos tienen, que es un aparato multisensorial para niños que tienen daño para caminar, tocar, escuchar, ver, y pocos hospitales tienen ese tipo de equipos.
Otra importante donación se dio cuando médicos del Hospital Infantil salvaron la vida a la hija de un destacado arquitecto, la pequeñita pidió que de alguna manera tenían que pagar “el favor”, fue entonces cuando García Aranda pidió ayuda para construir un edificio de aulas, para la enseñanza de cursos de especialización, la respuesta no tardó, el arquitecto en ese momento dijo al director general “cuente con ello”, y nos donó el proyecto del edificio.
Fue así como también logró dotar de instalaciones dignas y confortables al área de investigación, “hoy se cuenta con el espacio físico ideal para los investigadores, son instalaciones cómodas iluminadas con todo lo que requieren y la comodidad para que se siente a crear”.
El Hospital Infantil Federico Gómez tenía, hace diez años, apenas 35 investigadores; hoy suman 82, 50 de tiempo completo.
Cada investigador tienen un promedio de 3.3 artículos relevantes publicado al año “que es una producción relevante, si la comparamos con cualquier otra institución estamos muy por encima de ellos y este nivel de producción significa mucho para el Hospital Infantil, ya que nos coloca en un lugar preponderante dentro de las instituciones que hacen investigaciones a nivel nacional.
IMPORTAN TALENTO. Para el 2012, a través del director de investigación que era el doctor Onofre Muñoz comenzaron a buscar investigadores mexicanos radicados en el extranjero, la labor fue platicar y convencerlos de que regresaran a México a hacer investigación para el Infantil Federico Gómez.
“Obviamente no les podíamos ofrecer los sueldos que ellos percibían y con una buena producción podrían ingresar al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), que les brindaría muchas otras ventajas, y con el invaluable apoyo del Patronato logramos otorgarles becas mensuales. Fue como logramos traer a investigadores de Alemania, muchos de Estados Unidos y otras partes del mundo y que están haciendo investigación de nivel mundial”.
Al respecto, reconoce y agradece todo el apoyo del Patronato del hospital encabezado por su presidente Roberto Hernández, e integrado por Ángel Losada Moreno, Fausto Costa, Sissi Harp Calderoni, Antonio Chedraui, Carlos Slim Domit, Eduardo Tricio Haro y Juan Beckmann Vidal.
Resalta además que al ser un hospital escuela, el “Federico Gómez”, siempre en conjunto con la UNAM, cuenta con cursos de especialidad. En este momento se imparten 29 cursos de especialidad con 345 alumnos a quienes están preparando para que vayan a diversos países de Sudamérica y otras partes del mundo. Así es como se han formado cinco mil pediatras de México y el extranjero.
UN ESPECIALISTA QUE VIAJA A LÍBANO. Resaltó el caso de un médico especialista en cáncer, a quien cada año lo invitan a Líbano a operar a niños con cáncer de hígado “y se va allá dos meses a operar estos pequeños, y ya después regresa con nosotros, este es el nivel de médicos que tenemos”, enfatiza.
Esto permite atender 900 consultas externas diarias, es decir, alrededor de 215 mil pacientes al año en consulta externa, más todos aquellos que están en tratamiento y los que están hospitalizados, por quienes la principal razón de ser del Hospital Infantil, es la asistencia social, lo cual permite tener cada año alrededor de seis mil altas médicas, la mitad ellos, pacientes quirúrgicos de alta especialidad, y la otra mitad del área médica de diagnóstico, es decir, quienes reciben quimioterapia.
“Aquí lo que hacemos son trasplantes, cirugías cardiovasculares, ortopedia de cosas muy específicas y tenemos programas especiales para malformaciones de ano y recto en niños, con programas especiales con todo un grupo de médicos especialistas”.